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viernes, 23 de diciembre de 2022

La Marina desaloja ahora a los trabajadores en huelga de Interjet


Ricardo Torres

        El pasado 4 de diciembre del año en curso, los trabajadores de la empresa de aviación Interjet fueron desalojados del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM). Después de casi 2 años en huelga, elementos de la Secretaría de Marina y personal de seguridad del propio aeropuerto desalojaron a los trabajadores de Interjet en la terminal uno del AICM.


Recordemos que el 8 de enero de 2021, más de 5 mil trabajadores de Interjet colocaron las banderas rojinegras en todas las instalaciones de ABC Aerolíneas, S.A. de C.V., del país, especialmente en el AICM y el Aeropuerto Internacional de Toluca. La huelga estalló por violaciones de la empresa al Contrato Colectivo de Trabajo (CCT), principalmente por el incumplimiento en el pago de cuatro meses de salario, vales de despensa, fondo de ahorro, IMSS, INFONAVIT, FONACOT y el aguinaldo de 2020. En octubre de 2021 la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje condenó a Interjet a pagar a los trabajadores el adeudo de mil 264 millones de pesos; a pesar de ello, el laberinto económico-administrativo en que hasta el momento se encuentra hundida la empresa ha sido un prolongado viacrucis para los trabajadores.


Interjet es una aerolínea mexicana fundada, en 2005, por el empresario Miguel Alemán Magnani (nieto del expresidente de México, Miguel Alemán Valdés e hijo de Miguel Alemán Velasco, exgobernador de Veracruz), quien ocupó diversos cargos directivos en Televisa, es accionista en distintas empresas y heredero de las relaciones económicas y políticas de su familia, destacando, por ejemplo, sus nexos con las familias Azcárraga y Slim. Intejet operó inicialmente con un modelo de aerolínea de bajo costo y servicios limitados, ofreciendo tarifas más económicas a cambio de eliminar muchos de los servicios de lujo que brindan las aerolíneas tradicionales; sin embargo, al paso del tiempo amplió sus rutas de vuelo y fue incluyendo algunos servicios que la fueron caracterizando como una aerolínea de servicio “híbrido”, es decir, entre lo austero y lo tradicional. De modo que inició ofreciendo solo algunos vuelos nacionales del aeropuerto de Toluca a la Ciudad de México, Cancún, Guadalajara y Monterrey, pero posteriormente amplió sus rutas nacionales y se extendió hasta realizar vuelos internacionales a Canadá, Estados Unidos, Centroamérica y Sudamérica.


 A pesar del importante avance y desarrollo de la aerolínea, su mala administración en los últimos años provocó su desplome en caída libre: no solo incumplió con el pago a los trabajadores, sino que arrastra una deuda acumulada que supera los 25 mil millones de pesos por la adquisición de aeronaves y deudas administrativas a instancias como el Servicio de Administración Tributaria (SAT); Servicios a la Navegación en el Espacio Aéreo Mexicano del AICM; Aeropuertos y Servicios Auxiliares (ASA); Impulsora de Productos Sustentables, encargada del suministro de combustible; Aeropuertos de Estados Unidos; la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de los Estados Unidos, entre otras. Las malas decisiones  y la acumulación de compromisos fiscales fueron acrecentando su deuda, por tanto, con la drástica caída de la demanda de transporte aéreo de pasajeros provocada por la pandemia del coronavirus, en 2020, se agudizó su crisis económica y finalmente la empresa colapsó.


Interjet inició su proceso de concurso mercantil para evitar que sus problemas financieros y el incumplimiento generalizado de sus obligaciones de pago pusieran en riesgo la viabilidad y existencia misma de la aerolínea, es decir, un proceso en donde el poder judicial interviene directamente para vigilar y regular los mecanismos de conciliación que permitan a la empresa reorganizarse y reestructurar los convenios de pago con sus acreedores con el objetivo de salir de la crisis y seguir operando; o bien, en última instancia, de no lograr dicha conciliación, la empresa se decla en quiebra para entrar en una etapa de embargo y liquidación de sus activos para de esta forma poder pagar a sus acreedores, en primerísimo lugar a los trabajadores.

 

En el artículo 123, apartado A, fracción XXIII de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos; en los artículos 113 y 979 de la Ley Federal del Trabajo; y el artículo 224, fracción I, de la Ley de Concurso Mercantil, se establece que los créditos o deudas en favor de los trabajadores por pago de salarios e indemnizaciones tendrán preferencia sobre cualquier otro en los casos de concurso o de quiebra. Esto significa que sea cual fuere el resultado del concurso mercantil (la reorganización de la empresa para seguir operando o la quiebra para rematar sus activos) el pago a los trabajadores será preferente sobre todos los demás acreedores. “Debo, no niego; pago, no tengo”. La exigencia de los trabajadores en huelga tiene plena justificación jurídica pero su cabal ejecución puede retrasarse muchos años.

 

Desde hace casi dos años, los trabajadores emprendieron una prolongada y diversificada lucha  en la que, entre otras medidas, establecieron un plantón en las instalaciones de la terminal uno del AICM, ocuparon los mostradores que pertenecieron a la aerolínea en donde instalaron un campamento y mantas de denuncia en las que explicaban la situación laboral en la que se encontraban.


Como podemos observar, los trabajadores de Interjet enfrentan un conflicto complejo y prolongado. Es en este marco que el gobierno morenista, a pesar de que en su discurso repite hasta el hartazgo que primero los pobres y presume de una política laboral en favor de los trabajadores, en los hechos ordena a elementos de la Secretaría de Marina desalojar a trabajadores huelguistas de Interjet de la misma manera que en septiembre de este mismo año desalojó a los jubilados de Mexicana de Aviación de su modesta y esforzada fuente de ingresos al interior del AICM.


Las Fuerzas Armadas del país asignadas a sucias tareas de desalojo en contra de los trabajadores primero de Mexicana de Aviación y ahora de Interjet. Es evidente que el gobierno morenista jamás ha intentado hallar alternativas jurídicas, políticas o económicas de solución para los trabajadores de ambas aerolíneas, sino que sin miramiento alguno sencillamente ordena intimidarlos y desalojarlos.


No olvidemos que hace unos meses en la refinería de Dos Bocas, en Tabasco, en una de las obras emblemáticas del gobierno morenista, los trabajadores fueron violentamente reprimidos por la fuerza pública; apenas hace algunos meses 10 mineros en Sabinas, Coahuila, se sumaron a la larga lista de fallecidos por la negligencia de las empresas y la complaciente omisión del gobierno morenista; hoy en día los elementos de la Secretaría de Marina desalojan a los de Mexicana de Aviación e Interjet que luchan en defensa de sus derechos.


Como no podía ser de otra manera, la terca realidad se está encargando de desmentir, uno a uno, todos los elementos del falso discurso de AMLO y sus aplaudidores de Morena. Es un gobierno que no está en favor de los trabajadores de México sino al servicio del capital. Nuevamente se confirma: no son iguales a los corruptos neoliberales del PRIAN, resultaron ser peores.