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lunes, 26 de septiembre de 2022

La 4T: paraíso para los empresarios e infierno para los obreros

Ernesto Acolmixtli


        El título de este artículo pretende resaltar lo beneficioso que ha sido el gobierno de Andrés Manuel López Obrador para la clase empresarial de México, pues sus capitales se han agigantado mientras que la vida de la clase obrera empeora por la carestía de la vida y la sobreexplotación que ejercen los patrones sobre los trabajadores. Veamos algunos ejemplos.

 

El empresario más rico del país Carlos Slim Helú, amigo personal del presidente de México y dueño de Telmex, el año pasado obtuvo ganancias por 18 mil 400 millones de dólares (Forbes 22 de abril 2022). ¡Solo en un año! ¿Qué significa esto? Detengámonos un poco este dato para entender mejor como los empresarios viven en un paraíso.


Comencemos por decir que 18 mil 400 millones de dólares divididos entre doce meses significa que el dueño de Telmex ganó mil 533 millones de dólares al mes o lo que es lo mismo 51 millones de dólares al día. ¡Una verdadera fortuna! Pero no termina aquí el ejercicio. Si queremos saber cuánto es en pesos mexicanos solo tenemos que multiplicar esta cantidad por 20 pesos, que es lo que cuesta el dólar hoy en día, entonces tenemos que Carlos Slim el mexicano más rico gana mil 20 millones de pesos en un día. ¡Sí, más de mil millones de pesos al día! Repito: ¡MÁS DE MIL MILLONES DE PESOS AL DÍA!


Por otro lado, el salario mínimo que autorizó el gobierno de López Obrador para los obreros es de $172.00 (ciento setenta y dos pesos al día).! ¡Un salario de hambre! Por tanto, Carlos Slim gana más de mil millones de pesos al día y un trabajador gana 172 pesos por día, la diferencia es abismal.


Sigamos con el ejercicio. Si queremos saber ahora cuántos salarios mínimos caben en la ganancia diaria del dueño de Teléfonos de México tenemos que hacer la siguiente operación: dividir mil 20 millones de pesos que gana Slim en un día, ente 172 pesos que gana un albañil también en un día, esto nos da como resultado 5 millones 900 mil veces. Lo que quiere decir que Carlos Slim gana en un día lo que ganan casi 6 millones de obreros también el mismo día, obreros que se soban el lomo durantes de 8 horas de trabajo. Así de desigual es la distribución económica en nuestra patria.


Otro ejemplo de los grandes afortunados con el gobierno morenista es el caso de Germán Larrea Mota Velasco dueño del Grupo México, la compañía minera más grande del país, quien gracias a la explotación de minas de cobre, plata y oro pudo ganar también en el 2021, más de 16 mil millones de dólares (Forbes. Ibid). Otra gran fortuna que creció inmensamente en solo 12 meses. Si hacemos la conversión de dólares a moneda nacional Germán Larrea ganó 888 millones de pesos por día, durante todo el año pasado. Entonces, si hacemos la misma operación para comparar estas ganancias del supermillonario con lo que gana un minero con salario mínimo vamos a darnos cuenta que Germán Larrea obtiene ganancias por cada día igual al salario de 5 millones 200 mil obreros que ganan 170 pesos diarios. Pues bien, todos sabemos que los mineros son los trabajadores que realizan sus tareas con los mayores riesgos y con las peores condiciones de trabajo y muchos han quedado atrapados e incluso perdido la vida en las minas mexicanas. Es esta sobreexplotación de los mineros la fuente de las grandísimas ganancias de Larrea. Así se benefician los empresarios preferidos del sexenio obradorista.


No cabe duda que tanto Carlos Slim Helú como Germán Larrea Mota, los patrones más ricos de México, han encontrado un paraíso en su asociación con López Obrador, mientras los trabajadores abandonados por el gobierno viven un infierno de miseria. Las ganancias juntas de estos dos señores, solo durante el año 2021, representan el salario de 11 millones de obreros durante todo un año que ganan el salario mínimo, una verdadera injusticia gracias a la Cuarta Transformación.


En México más de 15 millones de obreros ganan entre uno y dos salarios mínimos y sobreviven con esos ingresos ellos y su familia, sorteando el hambre y todas sus necesidades a punta de sacrificios, mientras unas pocas familias archimillonarias concentran, gracias al trabajo obrero, gigantescas fortunas.  ¡Millones de mexicanos sufren hambre en nuestro país y unos cuantos millonarios nadan en el oro!


  Así se vive en la Cuarta Transformación de López Obrador, el presidente que prometió ayudar primero a los pobres.

jueves, 28 de julio de 2022

Acerca de la duración y los resultados de la huelga en Telmex

Sergio Cadena


El pasado 21 de julio a las 12 horas estalló la huelga de los trabajadores de Telmex. Cabe mencionar que desde 1985, ¡hace 37 largos años!, no se había registrado ningún movimiento huelguístico en esta empresa. Sin embargo, apenas íbamos recuperándonos de la sorpresa, cuando al día siguiente, 22 de julio, por medio de un comunicado oficial de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS), se informó que con la mediación de ésta, “Telmex y el Sindicato de Telefonistas alcanzan acuerdo y levantan la huelga”.


¿A qué acuerdo se refiere el comunicado? Al que textualmente dice así: “El acuerdo suscrito obliga a ambas partes a conformar una Mesa Técnica con representantes de la Empresa y el Sindicato, que en los próximos 20 días hábiles presentará propuestas viables de solución al pasivo laboral, a las vacantes no cubiertas y al futuro esquema de pensiones”. En pocas palabras, la huelga se levanta sin haber obtenido nada, más que la lejana esperanza de que en los próximos 20 días hábiles se presenten propuestas “viables”. Pero se supone que antes del estallamiento de la huelga hubo suficiente tiempo y oportunidad de llegar a la solución del conflicto, precisamente por medio de una mesa de negociación que, al no tener éxito, obligó al estallamiento de la huelga. Por ello es lógico pensar que para hacer que, ahora sí, la empresa propusiera una alternativa de solución para llegar realmente a un acuerdo, no se debía de levantar la huelga, pues es un recurso legal al que tienen derecho todos los trabajadores para presionar al patrón, mismo que otorga la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y la Ley Federal del Trabajo. Así, la empresa se hubiera visto obligada a resolver de manera más rápida y, sobre todo, a aceptar como “viables” las propuestas del sindicato.


¿A qué se debe que el Sindicato de Telefonistas haya actuado así? Desde mi humilde opinión, con la que probablemente esté usted de acuerdo, amable lector, es porque no se trata de un sindicato revolucionario. Si bien es cierto que no estamos hablando de un sindicato de los llamados “charros”, “blancos” o de “protección”, sino de los llamados “independientes” o “de izquierda”, el resultado es prácticamente el mismo: solo se le conceden migajas al trabajador pero, eso sí, haciéndole creer que son grandes “logros” producto de la lucha consecuente de sus líderes. Nada más alejado de la verdad.


El viejo y rancio sindicalismo “charril” ya está pasado de moda, porque supuestamente ya no se corresponde con los aires democráticos” que la 4T quiere impregnar a todos sus actos de gobierno. Ahora, pensarán ellos, se trata de hacer prevalecer un sindicalismo de nuevo tipo, más participativo, que le permita al trabajador opinar y decidir, aparentemente de forma autónoma, sobre los diversos métodos y tácticas de lucha que le permitan defender eficazmente sus intereses económicos y políticos.


Pero para que la clase trabajadora realmente sea libre para opinar y decidir sobre su destino clave en esta sociedad, se requiere una lucha constante y permanente contra el atraso político, contra el individualismo y contra la estrechez de miras. Necesita percatarse de que el llamado sindicalismo “independiente” es igual o aún más pernicioso que el “charro”, ya que este último actúa con descaro y aquél es un lobo con disfraz de oveja.