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lunes, 5 de septiembre de 2022

El desempleo y sus causas

 Federico Hernández 

          El empleo pleno, esto es, que toda persona en edad de trabajar tenga una fuente de trabajo remunerada, no se dará en el régimen capitalista en que vivimos. ¿Por qué? es una pregunta cuya respuesta debe tener claro la clase trabajadora, pues es la que necesita vender su fuerza de trabajo a los patrones, a los dueños de los medios de producción, para obtener un salario y así poder comprar los satisfactores (alimento, vestido, medicamentos, transporte, etc.) que le permitan vivir él y su familia. Sucede que pasa un gobierno y pasa otro distinto, con la promesa de resolver el problema del desempleo, sin embargo, vemos que ¡siempre existe un ejército de millones de desempleados que no hallan una fuente de trabajo! Parece un problema irresoluble. Y es así, y así será, al menos dentro de la llamada eufemísticamente “economía de libre mercado”, que es en la que estamos.  Será en otra sociedad, organizada de distinta manera a la nuestra, la que lo resuelva.

Empecemos dimensionando el problema del desempleo en nuestro país en la actualidad. Veamos lo que dice el INEGI: “El número de personas con necesidad de un empleo en México alcanzó los 14 millones 466 mil en el segundo trimestre del año, es decir, dos millones 207 mil personas por arriba de los niveles de prepandemia, de acuerdo con la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo del Instituto Nacional de Estadística y Geografía […] En el segundo trimestre de 2022, la tasa de necesidad de empleo en el país se ubicó en el 21.7% de la fuerza laboral, por encima del 19.6 del primer trimestre de 2020” (Paula Cantillo, Excelsior, 22 de agosto de 2022).


¡Alrededor 14 millones de personas en edad trabajar no tienen empleo¡ (el equivalente a la suma de la población total de El Salvador, Panamá y Uruguay) ¡Todo un mundo! Y aquí hay que decir que son datos oficiales que siempre debemos tomar con reserva pues muchas veces se maquillan y ocultan la realidad; pero aceptando esta cifra, es un mar de gente desempleada que no tiene forma de ganar un salario estable para llevarle sustento a su familia. Tienen que buscar otras maneras de obtener un ingreso.


Veamos algunas razones del porqué mientras exista el régimen capitalista no se resolverá el problema del empleo.


Los empresarios, dada la concurrencia, es decir, la competencia con otros empresarios por conquistar el mercado, tienden a innovar la tecnología para hacer más eficientes los procesos productivos de sus industrias, lo que lleva a utilizar menos obreros y gastar menos en mano de obra. Es decir, que los obreros son desplazados por maquinaria altamente tecnificada y la mejor organización en los procesos productivos.


Expliquemos brevemente como lo plantea la teoría económica científica. El capital de un empresario se divide en capital constate y capital variable. El capital constante es el que se utiliza para comprar medios de producción (el inmueble, maquinas, herramientas, materias primas, etc.); y el capital variable es el que el patrón utiliza para comprar fuerza de trabajo, mano de obra, es decir para los salarios. Esta división del capital nos lleva al concepto de composición orgánica del capital, esto es, de un capital determinado, cuánto es capital constante y cuánto es capital variable, en qué proporción se encuentran. Pues bien, en el capitalismo existe la tendencia a incrementar el capital constante y disminuir el capital variable, como mencionamos arriba. Esta tendencia lleva a que miles de obreros sean desplazados en la industria y pasen a engrosar las filas de los desempleados. Pero no solo esa tendencia explica el fenómeno del desempleo.


Además, la existencia de un ejército de desempleados, le sirve a los dueños de empresas por dos razones: primera, porque siempre tienen mano de obra disponible en el momento en que lo necesiten y que la tomarán de esa masa de desempleados que clama por una fuente de empleo. Si les va bien y amplían sus empresas o abren otras plantas, podrán contratar mano de obra en cualquier momento. Además, el capital podemos decir fluye de unas a otras ramas de producción, según la oferta y demanda de los productos que elaboran. Hoy le puede ir bien a la industria automotriz, crecer, mañana le puede ir mal y entonces el capital se invertirá en otras ramas donde existan mayores perspectivas de desarrollo y crecimiento, por ejemplo, a la industria minera o textil, y así la oferta de mano de obra se pondrá acorde a la demanda en una rama específica. La segunda razón es que el ejército de desempleados, que se cuenta por millones, sirve para que el empresario pueda mantener bajos los salarios de sus trabajadores. Si un trabajador exige aumento de salario, sabe que el patrón lo puede correr pues hay muchos desempleados de donde echar mano.


El sistema capitalista es un régimen económico que no surgió históricamente para que el trabajador satisfaga sus necesidades materiales y se realice como hombre de manera integral y polifacética, como si la  economía estuviera a su servicio. No. El capitalista, como personificación del capital, no es hermanita de la caridad  y no emplea al obrero para que éste se quede con todo el valor que produce el uso de su fuerza de trabajo como obrero durante el proceso de trabajo; el capitalista emplea al obrero para explotarlo, para obtener de su fuerza de trabajo la ganancia o plusvalía que necesita para acrecentar su riqueza.


La jornada de trabajo se divide en tiempo de trabajo necesario y tiempo de trabajo excedente. En el tiempo de trabajo necesario el obrero crea un valor equivalente al salario que percibe para adquirir los medios de vida que necesita para subsistir; y en el tiempo de trabajo excedente el obrero crea un valor adicional del que se apropia el dueño de la fábrica. Si, para ejemplificar, la jornada es de 8 horas puede suceder que en 2 horas el obrero ya recuperó su salario (tiempo necesario), y las otras 6 horas restantes (tiempo excedente) le trabajará gratis al patrón. Así las cosas.


Pero todo esto ocurre dentro del mismo régimen capitalista sin eliminar el desempleo, porque ya dijimos que éste en el régimen capitalista es imposible que desaparezca. Los gobiernos vigilan que no se desborde el desempleo pues tampoco le conviene al régimen que la tasa de desempleo crezca a niveles que no le sean manejables ya que provocaría una crisis social mediante un levantamiento de los sin trabajos, los parados.


Pues bien, la 4T, con el mal manejo de la economía, no ha podido resolver el problema desbordado del desempleo y ha llegado, como ya se mencionó arriba, a una tasa de desempleo del 21.7%, que es una tasa muy elevada, lo que puede llevar una crisis social que se agudice por la ineptitud de este gobierno.


Se necesita un cambio urgente en el modelo económico, un modelo diferente al modelo neoliberal (también llamado capitalismo salvaje), que es en el que vivimos y que viene ahondando la 4T. Para eso necesitamos un Gobierno que verdaderamente represente los intereses de los trabajadores quienes son los que crean la riqueza y quienes reciben la peor parte de ésta; un Gobierno que impulse el empleo bien remunerado para toda persona en edad de trabajar; un trabajo que le permita una vida digna y en la que satisfaga todas sus necesidades materiales y espirituales; que le permita un desarrollo integral y potenciado.