Jaime Reyes
El empleo por cuenta propia es el que más ha crecido entre los estudiantes egresados de la educación superior en el último año, pero no porque deseen ser sus propios jefes, sino por la falta de oportunidades para encontrar un trabajo asalariado bien remunerado.
Esta escasez de oportunidades laborales y de empleos de calidad empuja a miles de jóvenes universitarios a refugiarse en el trabajo independiente; se convierten en trabajadores autónomos por necesidad, no por decisión, a pesar de que la educación superior mantiene un bono importante como vía para mejorar el acceso al mercado de trabajo.
Actualmente, las personas jóvenes están buscando un empleo estable, formal, con todas las prestaciones de ley y con un salario digno, lamentablemente no es lo que vemos en las condiciones del mercado laboral actual. Efectivamente, no hay suficientes opciones para la mayoría de los jóvenes y las que hay son empleos con salarios muy precarios.
De acuerdo con la Encuesta Nacional de Egresados 2022 (ENE) de la Universidad del Valle de México (UVM), la alternativa de trabajo independiente fue la que más creció en el último año entre los jóvenes universitarios. Actualmente, el 24% de los graduados labora bajo esta modalidad. Además, el 39% de los graduados que trabaja de manera independiente lo hace porque no encontró trabajo.
En México las tres principales causas por las que un recién egresado de la universidad no encuentra trabajo son: la falta de experiencia (44.4%), la falta de vacantes en su campo de estudio (21.1%) y vacantes que ofrecen salarios muy bajos (25.8%).
Por si fuera poco, los primeros pasos en el mercado laboral para los jóvenes universitarios son difíciles, aunque ya están en una posición social más alta por su nivel educativo, la mayoría vive en condiciones de pobreza en zonas de alto índice de marginalidad o violencia; aunado a esto, cuando logran emplearse, son vulnerables y están expuestos a condiciones laborales precarias por su inexperiencia laboral.
Ante esta situación el gobierno en turno tiene que crear proyectos que generen fuentes de empleo bien remunerado, que garanticen empleos dignos para los jóvenes en México en los que puedan desarrollarse en el ámbito laboral conforme a su formación académica; se requiere de un gobierno creativo, con proyectos claros que ayuden a contrarrestar el trabajo informal y el desempleo. Es necesario establecer políticas económicas favorables al empleo juvenil, asegurar la calidad del empleo y su especialización, se requiere de un gobierno que defienda los derechos laborales, es decir, un gobierno no solo de palabra ni de buenos deseos sino un gobierno de hechos.
Estamos ante un año complicado para ingresar al mercado laboral, urge una política laboral que de verdad favorezca a los recién egresados, o de lo contrario el “futuro de México” está condenado a seguir sufriendo por culpa de un gobierno ineficiente e incapaz de garantizar fuentes de empleo que sean satisfactorias y dignas para los jóvenes en México.
