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jueves, 3 de agosto de 2023

Mensaje de la OIT a los obreros del mundo

Marat Barca

        Siempre hay que regresar a la economía, es inevitable. A cada paso se observan las carencias que despiertan las pupilas que se cruzan siempre. Se impone la tarea de entender las largas avenidas de ambulantaje, de adultos y niños que imploran una moneda de limosna para alimentarse, o de las angustias que diariamente cargan los padres de familia sobre los hombros para lograr sobrevivir. Las carencias están en todas partes y en todo momento. Los gritos de la calle claman como lozas pesadas sobre la conciencia, ¿por qué sucede esto, por qué no hemos sido capaces como humanidad de atender con éxito apenas las necesidades zoológicas de nuestros iguales?


La civilización de la Grecia antigua le asignó el término Oikos que literalmente se traduce como “casa”, al conjunto de bienes y personas que constituían la unidad básica de las ciudades-estado (polis) en la cual se garantizaba material y moralmente la vida humana. Pero no todo se redujo a esta unidad básica, siglos después, fue gracias al trabajo del esclavo como los hombres libres de las polis lograron mantenerse en pie. En los tiempos actuales, donde en los campos de siembra han desaparecido los esclavos en su forma clásica, se nos dice que todos los hombres ahora estamos imbuidos en una carrera sempiterna de “todos contra todos” para lograr subsistir. Las nuevas reglas del juego político y social no prohíben zancadillas o empujones, aún más, ahora son parte de las herramientas indispensables para salir victoriosos. Veamos entonces el escenario actual en donde se baten los seres humanos en la sociedad contemporánea.


Es necesario iniciar señalando un punto de inflexión de nuestra ya de por sí ajetreada economía mexicana: la pandemia provocada por el virus Sars-CoV-2. La contracción económica mundial que se produjo, aunado a las agresiones de la OTAN y el Gobierno norteamericano contra Rusia, utilizando la vecindad estratégica del territorio ucraniano, que detonó en la operación militar especial ordenada por Vladimir Putin, y la errónea política económica aplicada por el gobierno morenista generaron las condiciones de un episodio de estanflación: bajo crecimiento económico combinado con un periodo de inflación.


Sólo en México se produjo una caída de la producción del 8.3 por ciento durante el año 2020. La medición de la producción en un país está directamente ligada a dos aspectos: a la cantidad de empleo existente y a la productividad de dichos empleos, es decir, cuantas mercancías se producen en unidad de tiempo determinada. En México hay poco empleo y, además, predominan los procesos de producción arcaicos concentrados en las medianas y pequeñas empresas.


En este marco, la Organización Internacional del Trabajo (OIT) en su informe Perspectivas sociales y de empleo en el mundo, tendencias 2023, insistió en que el trabajo con características que merecen darle el calificativo de “decente” constituye un pilar insustituible para alcanzar la justicia social. Sin embargo, la desaceleración prevista ha obligado a los trabajadores a aceptar trabajos de mala calidad y con salarios de hambre. Para el caso de México, los niveles de personas ocupadas en el empleo informal, desde hace varias décadas, ronda en niveles del 60 por ciento, fenómeno que debemos relacionarlo con la tendencia poblacional en la que cada año se incorporan un millón 200 mil nuevos mexicanos que llegan a la edad de trabajar y que demandan un empleo.


Ahora bien, si observamos lo que ocurre con la inflación, dado que los precios suben más deprisa que los salarios nominales, los trabajadores ven mermados sus ingresos disponibles, incluso si logran conservar su actual empleo. La crisis del costo de la vida sume constantemente a un mayor número de personas en la pobreza absoluta o relativa, entendiendo por pobreza relativa la caída por debajo del umbral nacional de pobreza. Pero no todos los países cargan por igual el problema de la inflación. El informe citado de la OIT señala un dato escalofriante refiriéndose a la desigualdad de distribución de ingresos por trabajo: los ingresos de la mitad de los trabajadores del mundo equivalen aproximadamente al 8 por ciento de las rentas totales del trabajo; es decir, que una reducida parte de la población se apropia el 92 por ciento de los ingresos por trabajo.


Eso no es todo, preocupan las perspectivas de empleo anunciadas por la OIT. Se prevé que el empleo mundial crezca en 1.0 por ciento en 2023, lo que supondrá una desaceleración notable con respecto a la tasa de crecimiento del 2.3 por ciento de 2022. Esta proyección para 2023 es el resultado de una importante revisión a la baja de 0.5 puntos porcentuales a partir de la proyección anterior. Y no se prevé ninguna mejora importante para 2024, cuando el crecimiento del empleo subirá tan solo al 1.1 por ciento.


Los estudiosos de la economía han señalado como un punto neurálgico para salir del problema la atención al denominado coeficiente de inversión. Aunque ello no resuelve el problema por mismo, pues debe ir acompañado de medidas estatales redistributivas, y el gobierno no ha hecho la tarea que le corresponde de atraer inversión, sumado al problema de que los grandes capitales mexicanos tienen tasas de inversión de apenas el 4.1 por ciento. Tampoco nos estamos preparando como país para incorporar a los procesos de producción la tecnología que se está creando en el mundo. El plan de gobierno que Morena le ofrece a los mexicanos es solo un espejismo: repartir dinero del erario a algunos sectores de la población a través de programas de asignación monetaria directa, sí, pero no como parte de un plan integral para sacarlos de la pobreza, sino solo como un mecanismo de manipulación para obtener simpatía popular, ganar elecciones y mantenerse en el poder.


En los tiempos actuales pocas voces hablan de los fenómenos sociales en términos de clase porque piensan que eso caducó tras la caída de la Unión Soviética, pero un mal diagnóstico lleva a un mal remedio. No hay más, ante un gran problema una gran solución: el Estado debe intervenir en serio en la correcta conducción y regulación de la economía. Aunque no lo digan ni lo acepten, el gobierno morenista ha sido un continuador del régimen neoliberal que beneficia a los señores del capital. Para transformar radicalmente esta situación se requiere volcar la dirección económica del país en beneficio de los trabajadores y ello solo será posible con un Estado en manos de la clase trabajadora. La tarea se impone por sí misma, a formar un partido de la clase trabajadora que conduzca a las mayorías por mejores destinos, esa es nuestra tarea histórica. No hay más.


martes, 28 de marzo de 2023

Protestas en Francia: otro síntoma de la crisis capitalista

Renata Aguilar 

        La creciente desigualdad económica y social inmanente al sistema capitalista genera cada vez mayor descontento en la población mundial, la pandemia del COVID19 y la guerra en Ucrania aceleran y visibilizan vertiginosamente la diferencia abismal entre ricos y pobres, las condiciones laborales de los creadores de la riqueza, los trabajadores, descienden a niveles intolerables y en este contexto las protestas sociales resurgen.


        En octubre del año pasado, Erick London en una nota en el world socialist web site, documentó una serie de huelgas y protestas en todo el mundo, pero destacan las habidas en los países imperialistas: Estados Unidos, Francia, Reino Unido y Alemania.


        Este año no ha comenzado diferente, destacan las protestas en Reino Unido, España y Francia. Carreón Abud en la prestigiosa revista Buzos de la noticia expone algunas de ellas y analiza sus causas inmediatas y mediatas, entre las inmediatas destaca la guerra orquestada por Estados Unidos y la OTAN contra Rusia, una guerra que, menciona, “se ceba sobre las clases trabajadoras europeas que se quedan sin energía, sin trabajo y enfrentan una dura carestía”. Como causa mediata señala la crisis del capital, concretado en una tasa decreciente de ganancia.


        En este contexto se inscriben la jornada de huelgas y protestas de los trabajadores franceses, quienes se movilizaron desde el 19 de enero contra la reforma de pensiones en la que se aumenta la edad de jubilación de 62 a 64 años, ésta fue propuesta por Macron desde 2019, no obstante, y a pesar de ser rechazada por la mayoría de la población francesa, fue aprobada de manera autoritaria el pasado 16 de marzo, para lo cual Macron hizo uso del artículo 49.3 de la Constitución francesa, mecanismo para esquivar el parlamento.


        La aprobación de la reforma de pensiones es una victoria “democrática” para la administración de Macron, pero en el fondo exhibe lo que realmente es la democracia en el sistema capitalista y su función principal, que es la de proteger los intereses del gran capital y no el de las grandes masas trabajadoras.


        Esta victoria resulta peligrosa para su gobierno y para el mismo sistema capitalista, pues está abiertamente contra millones de trabajadores que están alerta y que han pedido respeto a sus intereses como clase. Que el mismo día en que aprobaron la reforma salieron a las calles coreando al unísono: A Luis XVI lo decapitamos Macron; Macron, ¡podemos recomenzar! Un recordatorio de lo que pueden llegar a hacer las masas cuando se condensa todo el hartazgo por la injusticia de un sistema que deshumaniza a las personas y las ve como simples maquinas generadoras de dinero.


        Dos lecciones que me parece pertinentes subrayar: primera, uno de los instrumentos que utiliza la clase obrera francesa para defender sus derechos, la huelga, de importancia cardinal, ya decía Lenin, “la huelga abre los ojos a los obreros, no sólo en lo que se refiere a los capitalistas, sino también en lo que respecta al Gobierno y a las leyes”. “Comienza a comprender que las leyes se dictan en beneficio exclusivo de los ricos, que también los funcionarios defienden los intereses de los ricos, que al pueblo trabajador se le amordaza y no se le permite expresar sus necesidades…” Segunda, después de la caída de la URSS, Estados Unidos, el país imperialista por antonomasia vendió la idea del capitalismo como el mejor modelo para el bienestar de la población, ya lo vemos, no es así. Francia, otro país imperialista y “democrático” se muestra como lo que es, un sistema para el beneficio de unos pocos, la riqueza va a unas cuantas manos, la desigualdad se ensancha y las condiciones de los trabajadores empeoran. Esto solo deja clara una cosa, se necesita cambiar el sistema capitalista por un sistema más justo, se necesita una Revolución Socialista.


viernes, 21 de octubre de 2022

Acerca del avance ruso en Ucrania

Ricardo Torres 

Recordemos que Ucrania formó parte de la Unión de Repúblicas Soviéticas Socialistas (URSS), sin embargo, a raíz de la disolución de la URSS, en 1991, Ucrania se convierte entonces en una república independiente. En 2014, se produce un golpe de Estado en Ucrania contra el presidente Víctor Yanukovich, impulsado por los nacionalistas de extrema derecha y las fuerzas neonazis apoyadas por el poder económico y político norteamericano provocando el rechazo de la población prorrusa asentada de Crimea, Donetsk y Lugansk, estas últimas ubicadas en la región del Donbás.


En marzo de 2014 Crimea realizó un referéndum separatista para adherirse a la Federación Rusa: más del 95 por ciento de la población aprobó dicha integración. En mayo Donetsk y Lugansk realizaron referéndums para obtener su independencia de Ucrania: más del 95 por ciento aprobó dicha autonomía. Nacieron así la República Popular de Donetsk y la República Popular de Lugansk. Sin embargo, el nuevo gobierno golpista de Ucrania no aceptó los resultados de dichos referéndums separatistas y desató un criminal ataque militar contra la población radicada en la región del Donbás. Rusia entonces intervino militarmente en defensa de las repúblicas independientes de Donetsk y Lugansk.


Para frenar este conflicto se suscribieron los acuerdos de Minsk (capital de Bielorrusia donde se firmaron) entre los representantes de Ucrania, Rusia, la República Popular de Donetsk y la República Popular de Lugansk, para poner fin al conflicto en Donbás: fueron dos pactos, el primero en 2014 que se propuso establecer un alto al fuego entre el ejército ucraniano y las fuerzas separatistas prorrusas; el segundo en 2015 surge como respuesta al fracaso del primero por lo que contó, además, con la mediación de Alemania, Francia y la ratificación del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas. El acuerdo establecía la concesión de un estatus especial de respeto a las repúblicas populares independientes de Donetsk y Lugansk siempre y cuando Rusia aceptara la retirada de sus tropas de la región del Donbás. Rusia cumplió los acuerdos pero Estados Unidos y el gobierno ucraniano nazi incumplieron y fue así que durante ocho largos años continuaron atacando a la población de Donetsk y Lugansk: un genocidio que superó los 14 mil prorrusos asesinados por los nazis ucranianos.


 Pero Estados Unidos pretendía devorarse también a Rusia. En febrero de 2022, a raíz del incumplimiento a los acuerdos de Minsk, el Gobierno encabezado por Vladimir Putin no tuvo más alternativa que reconocer la independencia de las repúblicas populares de Donetsk y Lugansk, establecer con éstas un pacto de asistencia militar y anunciar entonces el inicio de la operación militar especial en Ucrania con un doble objetivo inmediato: proteger a la población rusa que vive en la región del Donbás y desnazificar al Gobierno ucraniano. Pero la razón de fondo que obligó a Rusia a iniciar su operación militar especial en Ucrania fue detener el cerco militar que el Gobierno de Estados Unidos y la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) pretendían completar en territorio ucraniano con el objetivo de desestabilizar, atacar y desmembrar a la Federación Rusa.


Después de siete meses de iniciada la operación militar especial del ejército ruso en territorio ucraniano, los objetivos de dicha operación se han cumplido: la infraestructura militar del ejército ucraniano está siendo gradualmente neutralizada y el 95 por ciento del territorio de las repúblicas populares independientes de Donestk y Lugansk se encuentran bajo el control del ejército ruso y de sus legítimas autoridades locales e independientes. De esta manera los intentos de Estados Unidos por cercar militarmente a Rusia han sido frenados.

  

Este avance permitió incluso que en junio de 2022, la XIV Cumbre que reúne a los mandatarios de los países de Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica (BRICS), que representan el 43 por ciento de la población mundial y el 30 por ciento del territorio del planeta, reiteraran su compromiso con el multilateralismo a través de la defensa del derecho internacional, en un sistema donde los Estados soberanos deben sumar sus esfuerzos de cooperación para mantener la paz y la seguridad promoviendo el desarrollo sostenible y la cooperación basada en el respeto mutuo, la justicia y la igualdad.


En la última semana de septiembre las repúblicas populares de Donetsk y Lugansk, así como las regiones ucranianas de Jersón y Zaporozhie, celebraron referéndums donde por amplia mayoría (más del 90 por ciento) decidieron su adhesión a Rusia y, por tanto, su independencia territorial del gobierno nazi que ahora dirige el comediante Volodímir Zelensky. Los acuerdos de la incorporación fueron suscritos el 30 de septiembre por Vladímir Putin y aprobados posteriormente por el Tribunal Constitucional ruso, iniciando así un periodo de transición, hasta el 1 de enero de 2026, para establecer la plena integración de los nuevos territorios en el sistema económico, financiero y legal de Rusia.


Por su parte, Estados Unidos y la OTAN siguen apoyando económica y militarmente al gobierno nazi de Ucrania y continúan echando más leña al fuego, por ejemplo, a finales de septiembre se detectaron ataques a los gasoductos Nord Stream 1 y 2 que, a pesar de no estar en operación por motivos del conflicto militar, todavía están repletos de gas; y el 8 de octubre, los nazis ucranianos atacaron el puente de Kerchque conecta a la península de Crimea con la parte continental de Rusia. Como era de esperarse, el Gobierno ruso respondió duramente golpeando con misiles dirigidos algunas ciudades incluida Kiev (la capital de Ucrania).


Los trabajadores de México y el mundo debemos tener claro que el conflicto entre Estados Unidos y Rusia, escenificado en territorio ucraniano, al igual que el conflicto entre Estado Unidos y China, que se protagoniza en Taiwán, son la expresión de la lucha entre las potencias mundiales por definir el nuevo orden internacional: por un lado los países que dócilmente pugnan por un mundo unipolar cuya hegemonía pretende imponer Estados Unidos y, por otro lado, el bloque de los países encabezados por China y Rusia que pugnan por un mundo multipolar.


Los trabajadores de México y el mundo debemos rechazar la criminal hegemonía del imperialismo norteamericano y pronunciarnos en favor de un orden internacional multipolar en donde se respete la soberanía y la libre determinación de los pueblos; en favor de un mundo donde la riqueza social se distribuya de manera equitativa entre todas las naciones del planeta; en favor de un mundo sin explotación ni opresión.