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viernes, 21 de octubre de 2022

Acerca del avance ruso en Ucrania

Ricardo Torres 

Recordemos que Ucrania formó parte de la Unión de Repúblicas Soviéticas Socialistas (URSS), sin embargo, a raíz de la disolución de la URSS, en 1991, Ucrania se convierte entonces en una república independiente. En 2014, se produce un golpe de Estado en Ucrania contra el presidente Víctor Yanukovich, impulsado por los nacionalistas de extrema derecha y las fuerzas neonazis apoyadas por el poder económico y político norteamericano provocando el rechazo de la población prorrusa asentada de Crimea, Donetsk y Lugansk, estas últimas ubicadas en la región del Donbás.


En marzo de 2014 Crimea realizó un referéndum separatista para adherirse a la Federación Rusa: más del 95 por ciento de la población aprobó dicha integración. En mayo Donetsk y Lugansk realizaron referéndums para obtener su independencia de Ucrania: más del 95 por ciento aprobó dicha autonomía. Nacieron así la República Popular de Donetsk y la República Popular de Lugansk. Sin embargo, el nuevo gobierno golpista de Ucrania no aceptó los resultados de dichos referéndums separatistas y desató un criminal ataque militar contra la población radicada en la región del Donbás. Rusia entonces intervino militarmente en defensa de las repúblicas independientes de Donetsk y Lugansk.


Para frenar este conflicto se suscribieron los acuerdos de Minsk (capital de Bielorrusia donde se firmaron) entre los representantes de Ucrania, Rusia, la República Popular de Donetsk y la República Popular de Lugansk, para poner fin al conflicto en Donbás: fueron dos pactos, el primero en 2014 que se propuso establecer un alto al fuego entre el ejército ucraniano y las fuerzas separatistas prorrusas; el segundo en 2015 surge como respuesta al fracaso del primero por lo que contó, además, con la mediación de Alemania, Francia y la ratificación del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas. El acuerdo establecía la concesión de un estatus especial de respeto a las repúblicas populares independientes de Donetsk y Lugansk siempre y cuando Rusia aceptara la retirada de sus tropas de la región del Donbás. Rusia cumplió los acuerdos pero Estados Unidos y el gobierno ucraniano nazi incumplieron y fue así que durante ocho largos años continuaron atacando a la población de Donetsk y Lugansk: un genocidio que superó los 14 mil prorrusos asesinados por los nazis ucranianos.


 Pero Estados Unidos pretendía devorarse también a Rusia. En febrero de 2022, a raíz del incumplimiento a los acuerdos de Minsk, el Gobierno encabezado por Vladimir Putin no tuvo más alternativa que reconocer la independencia de las repúblicas populares de Donetsk y Lugansk, establecer con éstas un pacto de asistencia militar y anunciar entonces el inicio de la operación militar especial en Ucrania con un doble objetivo inmediato: proteger a la población rusa que vive en la región del Donbás y desnazificar al Gobierno ucraniano. Pero la razón de fondo que obligó a Rusia a iniciar su operación militar especial en Ucrania fue detener el cerco militar que el Gobierno de Estados Unidos y la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) pretendían completar en territorio ucraniano con el objetivo de desestabilizar, atacar y desmembrar a la Federación Rusa.


Después de siete meses de iniciada la operación militar especial del ejército ruso en territorio ucraniano, los objetivos de dicha operación se han cumplido: la infraestructura militar del ejército ucraniano está siendo gradualmente neutralizada y el 95 por ciento del territorio de las repúblicas populares independientes de Donestk y Lugansk se encuentran bajo el control del ejército ruso y de sus legítimas autoridades locales e independientes. De esta manera los intentos de Estados Unidos por cercar militarmente a Rusia han sido frenados.

  

Este avance permitió incluso que en junio de 2022, la XIV Cumbre que reúne a los mandatarios de los países de Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica (BRICS), que representan el 43 por ciento de la población mundial y el 30 por ciento del territorio del planeta, reiteraran su compromiso con el multilateralismo a través de la defensa del derecho internacional, en un sistema donde los Estados soberanos deben sumar sus esfuerzos de cooperación para mantener la paz y la seguridad promoviendo el desarrollo sostenible y la cooperación basada en el respeto mutuo, la justicia y la igualdad.


En la última semana de septiembre las repúblicas populares de Donetsk y Lugansk, así como las regiones ucranianas de Jersón y Zaporozhie, celebraron referéndums donde por amplia mayoría (más del 90 por ciento) decidieron su adhesión a Rusia y, por tanto, su independencia territorial del gobierno nazi que ahora dirige el comediante Volodímir Zelensky. Los acuerdos de la incorporación fueron suscritos el 30 de septiembre por Vladímir Putin y aprobados posteriormente por el Tribunal Constitucional ruso, iniciando así un periodo de transición, hasta el 1 de enero de 2026, para establecer la plena integración de los nuevos territorios en el sistema económico, financiero y legal de Rusia.


Por su parte, Estados Unidos y la OTAN siguen apoyando económica y militarmente al gobierno nazi de Ucrania y continúan echando más leña al fuego, por ejemplo, a finales de septiembre se detectaron ataques a los gasoductos Nord Stream 1 y 2 que, a pesar de no estar en operación por motivos del conflicto militar, todavía están repletos de gas; y el 8 de octubre, los nazis ucranianos atacaron el puente de Kerchque conecta a la península de Crimea con la parte continental de Rusia. Como era de esperarse, el Gobierno ruso respondió duramente golpeando con misiles dirigidos algunas ciudades incluida Kiev (la capital de Ucrania).


Los trabajadores de México y el mundo debemos tener claro que el conflicto entre Estados Unidos y Rusia, escenificado en territorio ucraniano, al igual que el conflicto entre Estado Unidos y China, que se protagoniza en Taiwán, son la expresión de la lucha entre las potencias mundiales por definir el nuevo orden internacional: por un lado los países que dócilmente pugnan por un mundo unipolar cuya hegemonía pretende imponer Estados Unidos y, por otro lado, el bloque de los países encabezados por China y Rusia que pugnan por un mundo multipolar.


Los trabajadores de México y el mundo debemos rechazar la criminal hegemonía del imperialismo norteamericano y pronunciarnos en favor de un orden internacional multipolar en donde se respete la soberanía y la libre determinación de los pueblos; en favor de un mundo donde la riqueza social se distribuya de manera equitativa entre todas las naciones del planeta; en favor de un mundo sin explotación ni opresión.


domingo, 4 de septiembre de 2022

Ucrania: a seis meses de iniciada la operación militar rusa

Ricardo Torres 

El pasado 24 de agosto se cumplieron seis meses de iniciada la operación militar especial del ejército ruso en territorio ucraniano. Los objetivos inmediatos de dicha operación fueron proteger a la población rusa que vive en la región del Donbás, en las repúblicas populares de Donestk y Lugansk, y, por otro lado, desnazificar al criminal gobierno ucraniano dirigido ahora por el comediante Volodímir Zelensky. Al mismo tiempo, la razón de fondo de dicha operación fue detener el cerco militar que el Gobierno de Estados Unidos y la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), pretendían completar en Ucrania, en las fronteras del territorio ruso, con el objetivo de desestabilizar, atacar y desmembrar a la Federación Rusa. Si miramos estos objetivos trazados, sin duda podemos afirmar que, hasta el momento, los resultados de dicha operación favorecen al Gobierno encabezado por Vladimir Putin.


El 90% del territorio de las repúblicas populares de Donestk y Lugansk se encuentran bajo el control del ejército ruso y de sus legítimas autoridades locales; de los siete millones de refugiados quehan salido de Ucrania buscando protección en otras naciones, Rusia es el país que acoge al mayor número de refugiados con más de 2,4 millones, según los últimos datos difundidos por el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR).


La infraestructura militar del ejército ucraniano que, después del golpe de Estado en 2014 y por más de ocho años masacró a la población rusa del Donbás, está siendo gradualmente neutralizada: han sido destruidos 280 aviones, 151 helicópteros, mil 844 vehículos aéreos no tripulados, 371 sistemas de misiles antiaéreos, 4 mil 592 tanques y otros vehículos blindados de combate, 822 vehículos de combate de sistemas de cohetes de lanzamiento múltiple, 3 mil 360 cañones de artillería y 5 mil 155 unidades de vehículos militares especiales, de acuerdo con el recientemente informe el Ministerio de Defensa de la Federación Rusa. Y, por tanto, los intentos de Estados Unidos por incorporar a Ucrania a la OTAN para cercar militarmente a Rusia han sido frenados.


Sin embargo, al imperialismo norteamericano, la OTAN y sus aliados europeos, no les importa cuántos ucranianos mueran, su objetivo es imponer su hegemonía mundial a costa de lo que sea, por tanto, lejos de esforzarse por buscar mecanismos de diálogo para encontrar la paz en Ucrania, le echan más leña y gasolina al fuego.


Al respecto, las declaraciones de Richard Black, exlegislador y exfuncionario del Departamento de Defensa de Estados Unidos, son reveladoras: "Ni a Estados Unidos ni a la OTAN les interesa cuántos ucranianos mueran en el conflicto del país europeo con Rusia, pues para ellos lo importante es el triunfo de su bando [] no les importa cuántos ucranianos mueran, ni civiles, ni mujeres, ni niños ni soldados [] la posición de Washington y Londres no solo de apoyar a Ucrania sino de ganar a toda costa hará que muera un tremendo número de soldados ucranianos inocentes. Ucrania está en una posición muy incómoda en el este, lo que contribuirá a la victoria rusa en el conflicto.


"El presidente Putin hizo un esfuerzo desesperado para detener la marcha hacia la guerra en diciembre del 2021, llegó a poner sobre la mesa propuestas concretas por escrito dirigidas a la OTAN, propuestas de paz para desactivar lo que se avecinaba, porque en ese momento Ucrania estaba concentrando tropas para atacar el Donbás [] Y, por lo tanto, él estaba tratando de evitar esto, él no quería la guerra, y la OTAN se limitó a ignorarlas, a descartarlas, nunca las tomó en serio ni quiso entablar negociaciones serias [] las fuerzas rusas buscaron llevar a cabo su operación militar especial sin causar demasiadas bajas a Ucrania por considerar a sus habitantes hermanos eslavos con quienes querían conservar buenas relaciones [] los rusos no entraron bombardeando el sistema eléctrico, los sistemas de medios de comunicación, los sistemas de agua, los puentes y demás [] Es sorprendente ver que a pesar de que Rusia domina el espacio aéreo no ha derribado los sistemas de trenes, no han derribado las plantas de energía, no han derribado tantas cosas, nunca han bombardeado los edificios del centro de Kiev, la capital de Ucrania, no han bombardeado los edificios donde se reúne el parlamento".


Y los hechos confirman estas afirmaciones. A seis meses del inicio de la operación militar especial de Rusia en Ucrania, el Gobierno de Joe Biden anunció un nuevo paquete de ayuda militar, el más grande, según el presidente estadounidense: casi 3 mil millones de dólares en apoyo militar, que se suman al equipo militar que se envió el 9 de agosto valuado en más de 775 millones de dólares. Entre el armamento enviado están 16 obuses con 36 mil proyectiles; 15 vehículos aéreos no tripulados Sky Eagle; misiles HARM para contrarrestar los radares; lanzadores de misiles TOW y miles de misiles Javelin. Acciones que, además de favorecer económicamente al complejo militar estadounidense, demuestran que el imperialismo norteamericano no tiene el menor interés de que esta guerra concluya.


Para escalar y agudizar todavía más el conflicto y siguiendo al pie de la letra las órdenes que el Gobierno norteamericano le dicta al comediante Zelensky, el ejército ucraniano, con artillería estadounidense, atacó en reiteradas ocasiones la central nuclear de Zaporiyia (la mayor central nuclear de Europa): con un saldo de cuatro proyectiles que impactaron en la zona de almacenamiento de isótopos radiactivos, lo que podría provocar el estallido de una catástrofe nuclear. La planta permanece bajo control de militares rusos y se espera la visita de expertos del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) para evitar un escenario como el sufrido en Chernóbil en 1986. Por lo visto, el imperialismo norteamericano está dispuesto a poner en riesgo la vida de millones de habitantes no solo de Ucrania sino de Europa y Asia, en aras de imponer su dominio absoluto sobre el planeta.


Los trabajadores de México y el mundo debemos tener claro que el conflicto entre Estados Unidos y Rusia, desencadenado en territorio Ucraniano, al igual que el conflicto entre Estado Unidos y China, en Taiwán, son la expresión de la lucha entre las potencias mundiales por definir el nuevo orden internacional por un lado los países que pugnan por un mundo unipolar cuya hegemonía pretende imponer Estados Unidos y, por otro lado, los países que pugnan por un mundo multipolar encabezados por China y Rusia.


En este sentido cabe señalar que en junio de 2022 se realizó la XIV Cumbre que reúne a los mandatarios de los países de Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica (BRICS), bajo el lema "Fomentar la asociación BRICS de alta calidad, en una nueva era para el desarrollo mundial”. Cinco naciones que representan el 43 por ciento de la población mundial, el 30 por ciento del territorio mundial y el 25 por ciento del Producto Interno Bruto mundial. Cinco países que reiteraron su compromiso con el multilateralismo a través de la defensa del derecho internacional, en un sistema donde los Estados soberanos deben sumar sus esfuerzos de cooperación para mantener la paz y la seguridad promoviendo el desarrollo sostenible y la cooperación basada en el respeto mutuo, la justicia y la igualdad.


Así las cosas, a seis meses de iniciada la operación militar especial del ejército ruso en territorio ucraniano, en medio de una lucha por definir el nuevo orden mundial, el imperialismo norteamericano promueve la prolongación de la guerra como mecanismo para seguir imponiendo su hegemonía unipolar; mientras los resultados de la operación militar favorecen sin duda al Gobierno ruso y, al mismo tiempo, los esfuerzos por establecer un mundo multipolar, encabezados por los países que conforman el BRICS, a mediano plazo, se perfilan como seguros ganadores de la contienda internacional. Al tiempo.