domingo, 4 de septiembre de 2022

Ucrania: a seis meses de iniciada la operación militar rusa

Ricardo Torres 

El pasado 24 de agosto se cumplieron seis meses de iniciada la operación militar especial del ejército ruso en territorio ucraniano. Los objetivos inmediatos de dicha operación fueron proteger a la población rusa que vive en la región del Donbás, en las repúblicas populares de Donestk y Lugansk, y, por otro lado, desnazificar al criminal gobierno ucraniano dirigido ahora por el comediante Volodímir Zelensky. Al mismo tiempo, la razón de fondo de dicha operación fue detener el cerco militar que el Gobierno de Estados Unidos y la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), pretendían completar en Ucrania, en las fronteras del territorio ruso, con el objetivo de desestabilizar, atacar y desmembrar a la Federación Rusa. Si miramos estos objetivos trazados, sin duda podemos afirmar que, hasta el momento, los resultados de dicha operación favorecen al Gobierno encabezado por Vladimir Putin.


El 90% del territorio de las repúblicas populares de Donestk y Lugansk se encuentran bajo el control del ejército ruso y de sus legítimas autoridades locales; de los siete millones de refugiados quehan salido de Ucrania buscando protección en otras naciones, Rusia es el país que acoge al mayor número de refugiados con más de 2,4 millones, según los últimos datos difundidos por el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR).


La infraestructura militar del ejército ucraniano que, después del golpe de Estado en 2014 y por más de ocho años masacró a la población rusa del Donbás, está siendo gradualmente neutralizada: han sido destruidos 280 aviones, 151 helicópteros, mil 844 vehículos aéreos no tripulados, 371 sistemas de misiles antiaéreos, 4 mil 592 tanques y otros vehículos blindados de combate, 822 vehículos de combate de sistemas de cohetes de lanzamiento múltiple, 3 mil 360 cañones de artillería y 5 mil 155 unidades de vehículos militares especiales, de acuerdo con el recientemente informe el Ministerio de Defensa de la Federación Rusa. Y, por tanto, los intentos de Estados Unidos por incorporar a Ucrania a la OTAN para cercar militarmente a Rusia han sido frenados.


Sin embargo, al imperialismo norteamericano, la OTAN y sus aliados europeos, no les importa cuántos ucranianos mueran, su objetivo es imponer su hegemonía mundial a costa de lo que sea, por tanto, lejos de esforzarse por buscar mecanismos de diálogo para encontrar la paz en Ucrania, le echan más leña y gasolina al fuego.


Al respecto, las declaraciones de Richard Black, exlegislador y exfuncionario del Departamento de Defensa de Estados Unidos, son reveladoras: "Ni a Estados Unidos ni a la OTAN les interesa cuántos ucranianos mueran en el conflicto del país europeo con Rusia, pues para ellos lo importante es el triunfo de su bando [] no les importa cuántos ucranianos mueran, ni civiles, ni mujeres, ni niños ni soldados [] la posición de Washington y Londres no solo de apoyar a Ucrania sino de ganar a toda costa hará que muera un tremendo número de soldados ucranianos inocentes. Ucrania está en una posición muy incómoda en el este, lo que contribuirá a la victoria rusa en el conflicto.


"El presidente Putin hizo un esfuerzo desesperado para detener la marcha hacia la guerra en diciembre del 2021, llegó a poner sobre la mesa propuestas concretas por escrito dirigidas a la OTAN, propuestas de paz para desactivar lo que se avecinaba, porque en ese momento Ucrania estaba concentrando tropas para atacar el Donbás [] Y, por lo tanto, él estaba tratando de evitar esto, él no quería la guerra, y la OTAN se limitó a ignorarlas, a descartarlas, nunca las tomó en serio ni quiso entablar negociaciones serias [] las fuerzas rusas buscaron llevar a cabo su operación militar especial sin causar demasiadas bajas a Ucrania por considerar a sus habitantes hermanos eslavos con quienes querían conservar buenas relaciones [] los rusos no entraron bombardeando el sistema eléctrico, los sistemas de medios de comunicación, los sistemas de agua, los puentes y demás [] Es sorprendente ver que a pesar de que Rusia domina el espacio aéreo no ha derribado los sistemas de trenes, no han derribado las plantas de energía, no han derribado tantas cosas, nunca han bombardeado los edificios del centro de Kiev, la capital de Ucrania, no han bombardeado los edificios donde se reúne el parlamento".


Y los hechos confirman estas afirmaciones. A seis meses del inicio de la operación militar especial de Rusia en Ucrania, el Gobierno de Joe Biden anunció un nuevo paquete de ayuda militar, el más grande, según el presidente estadounidense: casi 3 mil millones de dólares en apoyo militar, que se suman al equipo militar que se envió el 9 de agosto valuado en más de 775 millones de dólares. Entre el armamento enviado están 16 obuses con 36 mil proyectiles; 15 vehículos aéreos no tripulados Sky Eagle; misiles HARM para contrarrestar los radares; lanzadores de misiles TOW y miles de misiles Javelin. Acciones que, además de favorecer económicamente al complejo militar estadounidense, demuestran que el imperialismo norteamericano no tiene el menor interés de que esta guerra concluya.


Para escalar y agudizar todavía más el conflicto y siguiendo al pie de la letra las órdenes que el Gobierno norteamericano le dicta al comediante Zelensky, el ejército ucraniano, con artillería estadounidense, atacó en reiteradas ocasiones la central nuclear de Zaporiyia (la mayor central nuclear de Europa): con un saldo de cuatro proyectiles que impactaron en la zona de almacenamiento de isótopos radiactivos, lo que podría provocar el estallido de una catástrofe nuclear. La planta permanece bajo control de militares rusos y se espera la visita de expertos del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) para evitar un escenario como el sufrido en Chernóbil en 1986. Por lo visto, el imperialismo norteamericano está dispuesto a poner en riesgo la vida de millones de habitantes no solo de Ucrania sino de Europa y Asia, en aras de imponer su dominio absoluto sobre el planeta.


Los trabajadores de México y el mundo debemos tener claro que el conflicto entre Estados Unidos y Rusia, desencadenado en territorio Ucraniano, al igual que el conflicto entre Estado Unidos y China, en Taiwán, son la expresión de la lucha entre las potencias mundiales por definir el nuevo orden internacional por un lado los países que pugnan por un mundo unipolar cuya hegemonía pretende imponer Estados Unidos y, por otro lado, los países que pugnan por un mundo multipolar encabezados por China y Rusia.


En este sentido cabe señalar que en junio de 2022 se realizó la XIV Cumbre que reúne a los mandatarios de los países de Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica (BRICS), bajo el lema "Fomentar la asociación BRICS de alta calidad, en una nueva era para el desarrollo mundial”. Cinco naciones que representan el 43 por ciento de la población mundial, el 30 por ciento del territorio mundial y el 25 por ciento del Producto Interno Bruto mundial. Cinco países que reiteraron su compromiso con el multilateralismo a través de la defensa del derecho internacional, en un sistema donde los Estados soberanos deben sumar sus esfuerzos de cooperación para mantener la paz y la seguridad promoviendo el desarrollo sostenible y la cooperación basada en el respeto mutuo, la justicia y la igualdad.


Así las cosas, a seis meses de iniciada la operación militar especial del ejército ruso en territorio ucraniano, en medio de una lucha por definir el nuevo orden mundial, el imperialismo norteamericano promueve la prolongación de la guerra como mecanismo para seguir imponiendo su hegemonía unipolar; mientras los resultados de la operación militar favorecen sin duda al Gobierno ruso y, al mismo tiempo, los esfuerzos por establecer un mundo multipolar, encabezados por los países que conforman el BRICS, a mediano plazo, se perfilan como seguros ganadores de la contienda internacional. Al tiempo.


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