sábado, 12 de diciembre de 2020

Sobre la propuesta de reforma a la ley de las Afores

 


María Apolinar Silverio

Sabemos que las Administradoras de Fondos para el Retiro (AFORES) son instituciones privadas que se encargan de administrar los fondos para el retiro de los trabajadores afiliados al IMSS o ISSSTE. Fueron creadas por la Ley del Seguro Social de 1997 con la finalidad de que todos los trabajadores puedan contar con una pensión al momento de su retiro. Hace algunas semanas el titular del Gobierno federal, Andrés Manuel López Obrador, presentó ante la Cámara de Diputados una iniciativa de reforma a la ley de Afores, decisión que tomó en coordinación con Carlos Aceves del Olmo, Secretario General de la Confederación de Trabajadores de México (CTM) y Carlos Salazar Lomelín, Presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE).

La reforma consta de tres cambios sustanciales: primero, aumentar las aportaciones de 6.5% a 15%. Actualmente dichas aportaciones son de la siguiente manera; el patrón aporta 5.150%, el trabajador 1.125% y el gobierno 0.225%. La reforma plantea que los patrones asuman el incremento para quedar de la siguiente manera: el patrón 13.875%, el trabajador 1.125% y el gobierno 0.225%, considerando que las aportaciones dependerán del ingreso de cada trabajador; segundo, se reducen las semanas de cotización de 1,250 (24 años) a 750 (14 años) con el objetivo de que el trabajador alcance la pensión mínima garantizada. Si el trabajador cuenta con 750 semanas de cotización y tiene edad de retiro (60 años o cesantía en edad avanzada con 65 años) podrá tener acceso a una pensión que se complementará con la que otorga el gobierno denominada “pensión para adultos mayores”; tercero, se eleva la pensión mínima garantizada. La ley establece que sí una persona percibe de su Afore un monto menor a la pensión mínima garantizada que son alrededor de 3,289 pesos, el gobierno la complementará para que por lo menos tenga la pensión mínima garantizada. Este beneficio solo se otorgará a personas que alcancen 750 semanas de cotización, por ello la reducción en el número de semanas y el incremento de la pensión a un valor promedio de 4,345 pesos.

Arturo Herrera, titular de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), asegura que será una buena reforma al sistema de pensiones. Gabriel Tenorio, subsecretario de la SHCP, comentó que será un hito en la historia del sistema de seguridad social pues beneficiará a los trabajadores del país. Jesús González, vocero del gobierno, comentó sobre la propuesta que las AFORES podrán ampliar su rango de inversiones.

Sin duda, esta propuesta de reforma presenta aspectos positivos que podrían traer beneficios para los trabajadores, sin embargo, algunos especialistas alertan sobre el uso tendencioso que se le podría dar a la nueva ley de las Afores en favor del gobierno. Por ejemplo, Gustavo Rangel economista jefe de América Latina de ING, dice que el plan de AMLO de dejar que los fondos de pensiones en México se inviertan en activos más diversos, incluidos fondos de capital privado, pretende hace creer a los inversionistas que el presidente dirigirá los fondos hacia sus proyectos de infraestructura de su interés para los cuales carece de fondos. Este plan está implementado por el gobierno, a través de una serie de medidas, para profundizar y ampliar los mercados de capital en México, así como para reducir impuestos sobre las ganancias de las ofertas públicas iniciales con el fin de alertar a las compañías a salir a la bolsa.

Estás reformas deben ser de absoluto interés para los trabajadores por tratarse del ahorro para su retiro, y, por tanto, no debemos actuar con indiferencia, pues el sistema de las Afores casi siempre va en contra de los trabajadores. Desde 1990-1994 se hizo un cambio de paradigma buscando que el trabajador se hiciera cargo de su propia pensión, se dijo que no podía ser económica ni matemáticamente respaldada por el gobierno, por tanto, el ahorro para el retiro debía pasar a manos del trabajador mediante un sistema privado, es decir, se contrata una AFORE, ahí ingresa y se concentra el dinero y supuestamente con el tiempo te va dejando rendimientos y cuando te vayas a pensionar entonces recibirás periódicamente el dinero que ahorraste a lo largo de tu vida laboral.

En México se permite la inversión de los recursos económicos de los trabajadores depositados en las Afores para no tener detenido y ocioso el dinero, para que el rendimiento no sea solo financiero, sino que se destine a una inversión productiva para tener rendimientos, es decir, para que no solo se pudiera recuperar el dinero ahorrado, sino para que, supuestamente, hubiera mejores ganancias para los trabajadores. Ese ha sido el discurso oficial del gobierno y la iniciativa privada, “todo por el bien de los trabajadores”.

Este sistema está respaldado por el gobierno y las instancias financieras especializadas como la Comisión Bancaria de Valores, que de alguna forma permiten tener claridad de quiénes están haciendo las cosas y cómo las están haciendo. Sin embargo, dada la complicidad del Gobierno en favor del capital y de las Administradoras privadas, lo que se propone es que con el dinero de los trabajadores se hagan inversiones de riesgo en el extranjero. El problema es que ¿si hay una crisis?, ¿si se pierde todo el dinero de los trabajadores? La decisión de invertir todo ese dinero es del Gobierno y las Afores, pero no del trabajador.

 Con esta nueva ley, todas las Afores tiene la posibilidad de invertir en el extranjero. Entonces ¿a quién beneficia la reforma? a los banqueros. ¿A quién perjudica? a los trabajadores. Aunque digan que a largo plazo va a reducirse su cuota y el monto recuperado será mayor, eso nadie se lo asegura. A quienes sí se les garantizan las ganancias es a las empresas, a los dueños del capital, se les garantiza el uso de inversión especulativa en favor de sus bolsillos.

MORENA dijo que se terminaría la política en favor del neoliberalismo, sin embargo, a todas luces está es una política neoliberal impulsada por AMLO y su partido, y todo el riesgo de inversión con los ahorros de los trabajadores recae en los propios trabajadores; somos nosotros los que, con nuestra fuerza de trabajo, producimos la riqueza y ahora el gobierno y los empresarios han decidido poner en riesgo la estabilidad que deberíamos de gozar durante nuestra vejez. Y, por otro lado, el que no tiene dinero suficiente para ahorrar y contratar una Afore, de plano queda económica y socialmente desamparado.

Aunque aparentemente el discurso del Gobierno federal diga que pretende beneficiar primero a los pobres, en el fondo AMLO y MORENA  están favoreciendo a los ricos. Necesitamos pues un gobierno que en verdad sepa gobernar en favor del pueblo pobre de México. Por tanto, en las próximas elecciones del 2021 los trabajadores de México debemos votar contra el mal gobierno de MORENA  y elegir a los candidatos que en verdad estén trabajando en favor de nuestros intereses.

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