Buscando el significado de política, encontré que es la actividad de aquellos que gobiernan o aspiran a gobernar los asuntos que afectan a una sociedad o un país. En este sentido, los obreros hemos asumido una total indiferencia ante cualquier tema relacionado con la política y creo que ya va siendo hora de que nos involucremos en este tipo de asuntos; pero los años de lavado cerebral, nuestro pensamiento propatronal que como clase trabajadora hemos interiorizado, nos aleja de la realidad y de esta necesidad de politizarnos.
Esta visión de mantenernos alejados de la política la adquirimos en la escuela, casa, trabajo y pensamos que no es un tema para nosotros pero, querámoslo o no, en nuestra vida diaria estamos rodeados de política y las decisiones tomadas por los gobernantes influyen directamente en nuestras vidas; por ejemplo, en las noticias se nos informa constantemente que asaltan en el transporte y miles de trabajadores venimos en él después de un día pesado de labores y estamos expuestos a esto, la delincuencia es un tema muy difícil y complicado que no se está combatiendo con eficacia dado el poco interés de nuestros gobernantes por resolverlo.
Si a este tipo de problemas agregamos que nuestro salario no es suficiente, la situación se vuelve desesperante. El 1° de enero del 2023 el salario mínimo general pasó de 172.87 a 207.44 pesos diarios y con esto lamentablemente no come una familia. Las jornadas laborales son de ocho horas mínimamente, pero no en todas las entidades y municipios del país hay fuentes de trabajo y, por tanto, para desplazarnos desde nuestros hogares hacia las fábricas algunos hacemos más de cuatro horas de ida y regreso, sumando así más de 12 horas de nuestra vida sin poder disfrutar a la familia, muchas veces las madres ni siquiera sabemos cómo están nuestros hijos o si ya comieron o no.
Al preguntar a mis compañeros de trabajo ¿qué es para ellos la política? respondieron “eso es basura”, “es tema de ricos”, “eso me aburre”, “solo son engaños”, etc. Desgraciadamente el desgastante trabajo diario, monótono, nos somete a tal grado que no siempre vemos el fondo de los problemas ni las causas que los generan, nos resignamos a tener malos gobernantes y una vida de permanentes carencias. Es por ello que se nos hace un cuento de hadas que un día pueda existir un gobierno que en verdad se preocupe y proteja a los trabajadores para que nuestras vidas cambien favorablemente.
Incluso un compañero me dijo “en campaña siempre nos buscan y luego se olvidan de nosotros, yo mandé a mi mujer porque con lo que den, algo ayudará para mitigar nuestra miseria”, yo le respondí que nos compran y se aprovechan de nuestra necesidad, que si tuviéramos un salario digno con jornadas de trabajo justas, no nos comprarían con una despensa, se soltó a reír y dijo “aunque sea eso, también es una forma de quitarles una pequeña parte de todo lo que ellos nos roban”.
Como vemos, todo lo que gira a nuestro alrededor es política y es un tema del cual debemos ocuparnos, ya que no podemos permitir que nos manipulen y utilicen con fines electoreros. Hasta ahorita dependemos de las acciones de los políticos al servicio del poder económico, pero el día que tengamos claro el papel que juega la clase obrera en la sociedad podremos, unidos, exigir respeto a nuestros derechos y claro que entonces podremos cambiar nuestras condiciones de vida.
Por eso, pese a nuestro cansancio, levantemos la cabeza y rompamos las cadenas de la esclavitud asalariada. Sí hay solución: organizarnos y concientizarnos es el camino correcto. Formemos una directiva sindical que sí vea por nuestros intereses. No es normal ni justo trabajar tantas horas y ganar tan poco, así como no es justo que los políticos se burlen de nosotros dando miserables despensas, gorras o unos cuantos pesos por un voto. No sigamos dejándoles el campo libre a los políticos al servicio de los patrones; urge nos empapemos de este tema, nos organicemos y hagamos de la política un instrumento al servicio de los trabajadores.
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