Por: Alfredo Martínez
Una vez más los trabajadores que laboran en la
construcción de la refinería Dos Bocas, ubicada en el municipio de Paraíso,
Tabasco, se fueron a paro de actividades para protestar en contra de la empresa
ICA Fluor por la violación de sus derechos laborales. Los obreros exigen: 1)
pago de tiempo extra, 2) respeto a la jornada de ocho horas, 3) pago, conforme
a derecho, de días festivos y de descanso, 4) alto al hostigamiento laboral
para despedirlos, 5) seguridad y salud en el establecimiento de trabajo, 6) mejor
equipo para laborar, y 7) que los gastos de alimentos y el equipo de
hidratación corran a cargo de la empresa. La primera manifestación fue el 15 de
febrero de este año donde más de mil obreros de esta misma obra realizaron un
“paro loco” para exigir, además de las demandas enumeradas, incremento
salarial, una hora para consumir sus alimentos y terminar con los pseudolíderes
que les cobraban hasta 500 pesos de su sueldo para conseguirles un contrato
laboral.
Como se sabe,
esta construcción, es uno de los tres megaproyectos (incluyendo Tren Maya y
Aeropuerto Santa Lucía) que tiene el presidente de la República y considerado
como el séptimo complejo refinador de combustibles de Petróleos Mexicanos. Su
construcción comenzó el 9 de mayo de 2019 y está pensado inaugurarse el 22 de
julio de 2022, mes del triunfo de la 4T. La obra tiene un costo total de 8 mil
918 millones de dólares, es decir, algo así como 185 mil millones de pesos, 918
millones más de lo estimado originalmente en 2019 por el presidente López
Obrador (Forbes México del 1
septiembre 2021). La pregunta es, ¿si
cada año aumenta y se aprueba el presupuesto para esta megaobra, por qué no se
refleja en las prestaciones laborales de los obreros petroleros?, ¿dónde han ido
a parar los 4 mil 886 millones de dólares devengados hasta este momento por
parte del gobierno de la 4T, a la empresa ICA Fluor?
Por ello, la
lucha de los trabajadores de la refinería es justa y necesaria. Primero, porque
sus exigencias están contempladas en el artículo 123, apartado A, de nuestra
Carta Magna y en la ley laboral, y, segundo, porque sus condiciones laborales
forman parte del contrato de adjudicación directa que recibió ICA Fluor con
recursos del erario nacional. En efecto, la ley laboral señala en su artículo
66 que la jornada de trabajo podrá “prolongarse
[…] por circunstancias extraordinarias, sin exceder nunca de tres horas diarias
ni de tres veces en una semana”, es decir, nueve horas a la semana. El
artículo 67 señala que “Las horas de
trabajo extraordinario se pagarán con un ciento por ciento más del salario que
corresponda a las horas de la jornada” y en caso de exceder las nueve horas
se tendrá que pagar doscientos por ciento más por cada hora laborada de más
(artículo 68). Pero la norma es precisa en señalar que nadie puede ser obligado
a trabajar más de lo estipulado por la ley, es decir, ocho horas. Y podríamos
seguir enumerando los derechos violados, pero con esto basta para señalar la
justeza de las demandas de los obreros de Dos Bocas.
Pero, ¿por qué
razón se les obliga a trabajar jornadas extenuantes e inhumanas? La respuesta
está en el desmedido interés del gobierno de la 4T por concluirla ya que la
empresa ICA Fluor está condicionada por López Obrador para terminar en julio de
2022 como pomposamente ha declarado a medios de comunicación. Pero resulta que
hasta el 30 de junio de este año llevaba un 33 por ciento de avance en la
construcción (el Sol de México del 1
de septiembre 2021). La presión del presidente se refleja en su secretaria de Energía,
Rocío Nahle García. Dice el representante de ICA Fluor “’La ingeniera nos ha metido mucha
presión’, soltó (refiriéndose al representante de ICA Fluor) tras afirmar que esa empresa ha
construido mil 151 pilas para la Planta Combinada y otras 835 para la de Coque”
(reforma.com.mx del 6 de junio 2020). Es decir, que a toda costa se pretende terminar
la obra para cumplirle los caprichos del presidente y que pueda obtener
ganancia política con miras a las elecciones locales del 2022 y la presidencial
en 2024.
En cuanto la
empresa, está claro que al no otorgarle las debidas prestaciones que reclaman
los trabajadores comete una violación a los derechos laborales. Pero esta
violación obedece a un interés económico, es decir, entre menos se paga al
obrero más ganancia obtiene el patrón y este es un hecho que se repite todos
los días en las empresas de México y el mundo. En efecto, al no pagar tiempo
extra, al no aumentar el salario, al no comprar más equipo de trabajo, al no
crear condiciones para seguridad de los trabajadores, al no pagar alimentos y
la hidratación, etc., esto implica mayores ingresos para ICA Fluor. ¿Dónde está
la supervisión de Nahle y de los funcionarios de la 4T para hacer que se cumpla
la ley y se detenga la sobreexplotación de ICA Fluor? Ahí sí guardan silencio
reflejando su carácter oportunista y patronal.
Debemos valorar
el espíritu de clase que empuja a los obreros de Dos Bocas salir a protestar a
través de un “paro loco” para exigir sus derechos laborales. Sin embargo, el
mecanismo legal existente en nuestra legislación es el sindicato como arma de
educación y defensa de sus intereses. Los obreros tienen dos opciones: exigirle
al sindicato titular del Contrato Colectivo de Trabajo (CCT) para que se ponga
al frente de ellos o buscar afiliarse a un sindicato que verdaderamente los
represente y emplace a huelga a la empresa por violaciones a su CCT.
Finalmente, los
obreros deben comprender que el incumplimiento de la legislación laboral en las
empresas y la sobreexplotación, como ocurre en el caso ICA Fluor, no es una
situación fortuita, sino una práctica permanente que tiene que ver con la
violación de los derechos laborales en todas las empresas de México en pleno
gobierno Morenista. En efecto, en todas partes se vulneran los derechos
laborales y sociales. ¿Qué hace la autoridad laboral, qué hace el gobierno?
Están a favor de los patrones y en contra de los trabajadores. ¿Qué hizo el
gobierno de la 4T después de enterarse de la manifestación de febrero y ahora
en la manifestación del 12 de octubre en ICA Fluor? No hizo absolutamente nada,
abandonó a los trabajadores a su suerte y permitió los abusos que existen en
sus condiciones laborales.
La lucha de los
obreros de ICA Fluor en defensa de sus derechos laborales es una lucha legítima
y justa que todos los trabajadores del país debemos respaldar. Asimismo, es una
lucha que exhibe al gobierno de la 4T como una administración que no representa
los intereses de los trabajadores; que su política laboral está diseñada para
proteger los intereses del capital. Por tanto, el grito de protesta de los
obreros de Dos Bocas es un grito contra la explotación en un tiempo donde,
según AMLO, “todo marcha bien”, donde “todo mundo es feliz, feliz, feliz”. Una
vez más la realidad nos revela cómo funciona el capital y su nuevo gobierno de
la 4T. Los obreros de Dos Bocas y del país tienen la última palabra.
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