jueves, 3 de febrero de 2022

Explotación capitalista de la minería en México.

 

PRIMERA PARATE

La economía norteamericana necesita los minerales

de América Latina como los pulmones necesitan el aire.

 Eduardo Galeano. Las venas abiertas de América Latina, 1971.

La industria minero-metalúrgica es un sector importante de la economía nacional; incluimos en ella tanto la minería extractiva como los procesos de fundición y refinación del mineral extraído. Según datos del INEGI, al cierre de 2020, representó el 8.3% del Producto Interno Bruto (PIB) Industrial y el 2.3% del PIB nacional. Hemos excluido en estas cifras lo correspondiente al petróleo, al gas y al uranio, ya que tienen reglamentaciones especiales (mantendremos este criterio en todo el artículo). El valor de la producción pasó de 11 855 millones de dólares en 2019 a 13 095 millones de dólares en 2020 (281 515.9 millones de pesos). La fuerza de trabajo ocupada en la industria minero-metalúrgica fue de 367 935 empleos directos; de los cuales 57 827 (15.7%) fueron mujeres, de acuerdo con el reporte del Instituto Mexicano del Seguro Social. Nivel de empleo que apenas alcanza al del 2018.

Algunos datos estadísticos nos ayudarán a evaluar el tamaño y características de la producción minera.

La participación de los Estados en el valor total de la producción minera 2020.

Sonora                       35.3%

Zacatecas                  24.3%

Chihuahua                13.7%

Durango                    10.3%

Guerrero                   5.3%

San Luis Potosí         2.4%

Oaxaca                       2.3%

Edo. de México        1.9%

Otros estados           4.2%

Fuente: INEGI y Secretaría de Economía

Los municipios con más de 2000 trabajadores mineros cada uno

·       Con más de 4 000: Cananea, Son. y Caborca, Son.

·       Entre 3 600 y 3 000: Múzquiz, Coah.; Mazapil, Zac. y Fresnillo, Zac.

·       Entre 3 000 y 2 000: Chihuahua, Chih.; Sierra Mojada, Coah.; Nava, Coah.; Guanajuato, Gto. y Mulegé, BCS.

Producción de oro en México por estados

Sonora                 33%

Zacatecas            17%

Chihuahua          17%

Guerrero             12%

Durango              9%

Otros estados     12%

Producción de plata en México por estados

Zacatecas            40%

Chihuahua          16%

Durango              11%

Sonora                 7%

Oaxaca                 5%

Otros estados     21%

Producción de cobre en México por estados

Sonora                 83%

San Luis Potosí  4%

Chihuahua           2%

BCS                      2%

Otros estados     9%

Producción de hierro en México por estados

Michoacán          27.2%

Coahuila             21.3%

Colima                 19.0%

Jalisco                 9.23%

Sonora                 8.8%

Durango              5.2%

Chihuahua          4.5%

Otros estados     4.9%

Fuente: Cámara Minera de México

México ocupa el primer lugar mundial en la producción de plata. Se ubica entre los 10 principales productores en 17 minerales: 1º fluorita, 3º celestita, 3º sulfato de sodio, 3º wollastonita, 5º bismuto, 5º molibdeno, 5º plomo, 6º cadmio, 6º sulfato de magnesio, 6º zinc, 6º diatomita, 6º barita, 8º yeso, 8º sal, 8º oro y 9º cobre.

 Los funcionarios se muestran satisfechos y afirman que la minería contribuye a la generación de empleos productivos, impulsa polos de desarrollo en zonas marginadas, promueve la productividad e integración de la planta industrial, coadyuba a la obtención de divisas y provee de insumos fundamentales a la industria y a la agricultura. En resumen —según ellos— la industria minero-metalúrgica va muy bien.

Veamos qué tan reales son los beneficios del desarrollo minero y que problemática profunda existe en el sector.

Ciertamente, esta industria experimentó un importante crecimiento a partir de 1994 con la entrada en vigor del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLC), que en el año 2020 fue renovado y profundizado en su intensión con el T-MEC.

 El tratado comercial abrió las fronteras para la libre circulación de mercancías y capitales entre México, Estados Unidos y Canadá. El gobierno mexicano dio amplias facilidades para la inversión extranjera directa (IED). Desde entonces, las minas pueden ser ciento por ciento de capital extranjero; se eliminó el requisito de participación de capital doméstico junto con el IED.

Se estableció por ley que la actividad minera fuera preferente frente a otras actividades económicas (agricultura, silvicultura, ganadería, pesca, turismo, etc.). Podrán usarse terrenos ejidales para las explotaciones mineras, mediante contratos de arrendamiento u otras figuras jurídicas. Las concesiones tendrán una duración de 50 años, que podrán prorrogarse por otros 50 años. Las cuotas que deben pagar por derechos de concesión son muy bajos. Estas condiciones exageradamente benéficas para la IED están vigentes, no han sido modificadas durante más de un cuarto de siglo por los distintos gobiernos del país.

Ahora bien. ¿De dónde vienen esos capitales, a qué vienen esos capitales, a quién benefician y cómo contribuyen al desarrollo económico del país?

La minería tiene una gran importancia. Sus productos son indispensables, prácticamente, en todas las ramas industriales: industria automotriz, de la construcción, metal-mecánica, de la maquinaria pesada, del transporte (de aire, mar y tierra), de la electrónica, de la transmisión de la electricidad, de la tecnología, etc.

Los metales son recursos naturales no renovables, que existen en cantidades limitadas; distribuidos en muchos países formalmente independientes. Los gobernantes de los Estados Unidos tienen muy clara esta circunstancia y atribuyen a los metales —al igual que a los hidrocarburos— una importancia estratégica en sus planes de dominación mundial. De una u otra manera tratan de asegurarse las vías de suministro de estos materiales indispensables para el desarrollo de su industria y el mantenimiento de su poderoso ejército. En su extenso territorio tienen muchas reservas minerales, pero no de todos ni en las cantidades que necesitan.

Como no puede llevarse los yacimientos a su país, se apropian de grandes depósitos de minerales de otros países. En México —por ejemplo— la producción de oro está mayoritariamente en minas de capital extranjero. De 12 minas que concentran la producción de oro; 8 minas son de capital canadiense; 2, de capital estadounidense; 2, de capital mexicano. Dicho en términos relativos, el 74% corresponde a grandes empresas extranjeras y el 26% a grandes empresas nacionales.

Actualmente, los grupos mineros mexicanos con mayor presencia en la minería nacional son:

ü  El “Grupo Minero México” es la empresa minera más grande del país y la tercera productora de cobre más grande del mundo. Con minas en Estados Unidos, Perú, México, etc. Su dueño es German Larrea (según la revista Forbes, el segundo hombre más rico de México).

 

ü  “Industrias Peñoles” es la segunda minera mexicana más grande, con sede en Torreón, Coahuila.  Con minas en México y Sudamérica. Es el primer productor mexicano de oro, zinc, y plomo, y líder mundial en la producción de plata. Su dueño es Alberto Bailleres.

 

ü  “Grupo Frisco” se dedica a la producción y comercialización de oro, plata, cobre, plomo y zinc. Tiene minas en Guanajuato, Aguascalientes, Zacatecas y Chihuahua. Controlado por el multimillonario Carlos Slim Helú, que es el hombre más rico de México y uno de los más acaudalados del mundo.

 

Los datos sobre las importaciones y exportaciones mineras confirman lo que todo mundo sabe. Más del 40% de las importaciones vienen de los Estados Unidos (EUA), y la mayoría de nuestras exportaciones van a los EUA.

Importaciones: EUA 3 872.84 millones de dólares americanos (USD); Canadá, 447.37 millones de USD; China 324.89 millones de USD.

Exportaciones: EUA 6 920.14 millones de USD; China 3 019.36 millones de USD; Corea del Sur 846.16 millones de USD.

Datos correspondientes al año 2020.

Estos datos demuestran de manera concluyente que no existe diversificación de mercado, sino una marcada dependencia de nuestro país hacia la economía norteamericana.

 

 

Ciudad de México 29 de enero de 2022.

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