Ricardo
Torres
El pasado 4 de marzo del año en curso, los trabajadores de
la mina “La Platosa”, ubicada en Bermejillo, municipio de Mapimí, Durango,
perteneciente a la empresa Servicios Mineros San Pedro S.A. de C.V., colocaron
las banderas rojinegras en virtud de que los patrones se niegan a incrementar
sus salarios. Pero entiéndase bien, el
incremento salarial que exigen los mineros afiliados al Sindicato Nacional
Minero Metalúrgico Frente, no solo corresponde al de 2022, sino que reclaman
también el incremento salarial de 2021 que les fue negado. Después de cuatro
meses de infructuosas negociaciones en donde la empresa advirtió que no habría
incrementos salariales, los trabajadores de la Sección 7 del sindicato minero
no tuvieron más alternativa que estallar la huelga.
“La Platosa” es una mina que opera en nuestro país como
parte de las empresas Servicios Mineros San Pedro S.A. de C.V. y Minera Excellon de México S.A. de C.V.,
que a su vez son extensiones del poderoso grupo multinacional de capital
canadiense Excellon Resources Inc.; la
mina de Bermejillo emplea a cerca de
200 trabajadores, el principal mineral
que se extrae es la plata y tiene una gran capacidad productiva, por ejemplo, en
el último trimestre de 2021 la empresa reportó que se extrajeron 21 mil
toneladas lo que representa 326 mil 706 onzas de plata. Pero además, genera una
importante producción de otros metales como plomo, zinc y hierro. La mina “La
Platosa” es pues un negocio redondo.
El presidente y jefe ejecutivo de Excellon Resources Inc., Brendan Cahill, declaro que: “Hemos tenido
una relación constructiva con el Sindicato de Platosa durante muchos años y, a
principios de la semana pasada habíamos acordado los términos del acuerdo de
negociación colectiva de 2022 luego de numerosas concesiones […] pero desafortunadamente,
se incumplió el acuerdo y, a pesar de nuestras concesiones adicionales, se
ordenó una acción laboral por parte del sindicato […] Esperamos que también
entiendan los desafíos a los que nos enfrentamos este año en Platosa. Como
siempre, continuamos abiertos al diálogo y esperamos una resolución positiva en
el corto plazo”.
Por su parte, el Secretario General del sindicato, Carlos
Pavón Campos, señaló que la empresa “no
ha tenido la voluntad para entablar las negociaciones que lleven a un ajuste
salarial, pues ya ha transcurrido más de un año sin que se haya logrado el
incremento […] la respuesta ha sido la
misma, no quieren dar ni un quinto a los trabajadores, nos quieren privar del
derecho a nuestro incremento salarial tal como lo estipula Ley Federal del
Trabajo”.
Ahora bien, como recientemente lo expresó
Raúl R. Pérez en estas mismas páginas del Informador
Obrero, la industria minero-metalúrgica es un sector importante de la
economía nacional y, principalmente, a partir de 1994, con la entrada en vigor
del Tratado de Libre Comercio de América del Norte, ahora renovado en 2020 y
rebautizado como T-MEC, más del 70% de la producción minera se realiza por
empresas extranjeras. Por su capacidad minero productiva el estado de Durango
se encuentra entre las primeras cinco entidades de la república y ocupa el
tercer lugar en la producción de plata. Sin embargo, pese al creciente
desarrollo de este sector, el salario que reciben los trabajadores mineros
sigue siendo muy bajo, sobre todo si se toma en cuenta que tienen que laborar
jornadas extenuantes en medio de permanentes riesgos para su salud y para su
vida.
Es un hecho que a los patrones,
no solo del sector minero sino de los distintos sectores de la producción, lo
único que les interesa es la ganancia que obtienen de la fuerza de trabajo del
obrero. Y es en este contexto que se explica el conflicto actual que viven los
mineros de “La Platosa” en donde la empresa Excellon
Resources Inc,, a través de sus extensiones, busca obtener el máximo de
ganancia a costa de pagar bajos salarios a los trabajadores.
En “La Platosa” existieron negociaciones entre la empresa y
el sindicato para intentar establecer un ajuste salarial, sin embargo, después
de un año de negarles su incremento, ante la falta de un acuerdo concreto, el
diálogo se agotó y los trabajadores ejercieron su legítimo derecho a la huelga con
el objetivo de presionar económicamente al patrón y, por esta vía, en el marco
de la ley, obligarlo a negociar un incremento salariar que mejore sus ingresos
y sus condiciones de vida.
La
huelga en la mina “La Platosa” es un vivo ejemplo de la permanente e inevitable
lucha de clases que, en el régimen capitalista, existe entre obreros y
patrones. Ante la falta de equilibrio entre el capital y el trabajo, la
negativa de incrementar los salarios polariza el antagonismo entre los
intereses del patrón y los intereses de los trabajadores, razón por la cual el
estallamiento de huelga es el ejercicio de un derecho colectivo constitucional
en defensa de los intereses de los trabajadores y, al mismo tiempo, un mecanismo
de presión de los obreros frente al patrón.
En un
régimen capitalista como en el que vivimos la clase empresarial se erige como
la fuerza económica y política que se impone sobre el trabajo asalariado,
explotándolo para acrecentar sus ganancias. Por su parte, la clase trabajadora,
que es la productora de toda la riqueza social, exige con la huelga mejores
salarios y condiciones laborales.
En
esta lucha desigual entre la empresa de Excellon
Resources Inc, y el sindicato minero, la razón y el derecho les asiste a
los trabajadores. Nuestra Carta Magna protege a los asalariados. Por tanto, si
los obreros de “La Platosa” mantienen firme su unidad y convicción, si resisten
y se sostienen combativos en su huelga, sin importar las maniobras que intenten
los patrones, más temprano que tarde los obligarán a negociar un incremento
salariar digno que mejore sus ingresos y sus condiciones de vida.
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