Rosa Espinoza
De 20 a 100 pesos es lo que recibieron los jornaleros en este año por concepto de reparto de utilidades en la empresa NatureSweet: una verdadera burla. La respuesta no se hizo esperar, el día 30 de mayo se movilizaron cientos de trabajadores, provenientes de los municipios de Tuxcacuesco, Autlán, El Grullo, Tonaya, San Gabriel, Tuxpan y Zapotiltic, llegaron a bloquear la carretera Ciudad Guzmán-El Grullo a la altura del entronque del periférico y la salida a Zapotiltic, en Ciudad Guzmán, exigiendo la intervención de las autoridades del trabajo.
Son muchas las empresas que llegaron a instalar sus invernaderos y empaques al sur de Jalisco, su especialidad es la producción de jitomate, hortalizas, frutos rojos y otros productos agrícolas; absorben mucha mano de obra de la región. NatureSweet es una empresa estadounidense con socios mexicanos, considerada como el mayor productor de invernaderos, con miles de trabajadores a su servicio, con invernaderos y empaques en San Isidro Mazatepec del municipio de Tala, en Zapotlán el Grande y Tuxcacuesco, en Jalisco.
Obtienen la mano de obra de los campesinos empobrecidos que fueron convertidos en jornaleros agrícolas, obligados por la falta de una política agropecuaria de apoyo al campo; orillados por el encarecimiento de los insumos agrícolas y los bajos precios de la venta del maíz. Los campesinos optaron por vender o rentar sus tierras a las poderosas empresas del gran capital, a las cuales sirven ahora como jornaleros agrícolas con un salario miserable, además de utilizar mano de obra de jornaleros migrantes de otros estados del país.
Es claro que por eso los jornaleros no aceptan que las utilidades hayan sido mínimas pues es una empresa económicamente poderosa. Los trabajadores tienen derecho a participar de las utilidades de las empresas, de acuerdo con lo que establece la fracción IX del artículo 123 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y el artículo 117 de la Ley Federal del Trabajo y, por tanto, deben percibir una parte de las utilidades reportadas en el ejercicio fiscal del año inmediato anterior. Sin embargo, este derecho no se respeta, en los hechos se engaña a los trabajadores con una dádiva cualquiera y se les esconde la verdadera información respecto a las utilidades reales que obtienen los patrones del trabajo de los jornaleros, de por sí el porcentaje establecido actualmente para el pago de utilidades es de solo el 10%, y el 90% restante, la tajada del león, se la queda la parte patronal, algunos cuantos ricachones.
Como resultado de las movilizaciones de los trabajadores, el día 31 de mayo en las instalaciones de la empresa ubicada en Ciudad Guzmán, el secretario del trabajo del estado de Jalisco, Lic. Marco Valerio Pérez Gollaz, en compañía del representante legal de la empresa y algunos representantes de los trabajadores informó a los inconformes que de los documentos fiscales exhibidos por la empresa se deducía que un poco más de 130 millones de pesos son el total de las utilidades de la empresa, por lo que 13 millones sería la cantidad a repartir entre los 4 mil 800 trabajadores (lo que equivale a poco más de 2 mil 700 pesos por trabajador), pero “generosamente” la empresa ofreció pagar 3 mil pesos a cada trabajador y el pago de los dos días de paro laboral.
Instintivamente los trabajadores saben que las ganancias que obtienen los patrones son fruto del trabajo del jornalero, que son ellos quienes con sus manos, esfuerzo y dedicación, generan dichas utilidades. Esto es totalmente cierto, es un hecho probado científicamente por Carlos Marx, quien logró demostrar que al trabajador solo se le mal paga el precio de su fuerza de trabajo, lo indispensable para satisfacer sus necesidades más elementales y dejarlo en condiciones de regresar, al siguiente día, a desempeñar su trabajo con las energías recuperadas, disponible para gastarlas en la jornada de trabajo.
Pero el obrero, nos dice Marx, no sólo produce lo necesario para recibir su salario con lo que podrá restablecer la energía gastada durante el proceso de trabajo, sino que es capaz de producir mucho más riqueza durante una jornada de trabajo, es el trabajo no pagado al obrero lo que constituye la ganancia de los patrones. Sin duda, las utilidades que las empresas reportan al fisco son producto de ese trabajo no pagado, pero es solo una parte, porque todas las empresas reportan una mínima parte de lo que realmente ganan.
El paro laboral y la movilización que realizaron los trabajadores son prueba indiscutible del poder de su fuerza social como clase trabajadora, solo así lograron que se respetara su derecho a conocer los documentos que muestran cuánto es lo que los patrones reportan de ganancias ante el fisco; logrando así que se incrementara el pago de dicha participación, aunque, cabe decir, que 3 mil pesos sigue siendo un monto muy bajo comparado con las verdaderas ganancias que el patrón obtiene.
Los obreros de México debemos aprender estas lecciones, no tenemos otra opción, solo tenemos la organización, la fuerza de nuestra unidad y la lucha combativa como único medio para garantizar el respeto a nuestros derechos.
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