Huelga en Notimex: finalmente AMLO se quitó la
máscara
Ricardo
Torres
Después de tres años en que
los combativos trabajadores de la Agencia de Noticias del Estado Mexicano
(Notimex) han sostenido su movimiento de huelga, el pasado 14 de abril del año
en curso, el presidente Andrés Manuel López Obrador declaró: “Se está llegando
a un acuerdo porque, la verdad, nosotros no necesitamos una Agencia de
Noticias en el gobierno, eso era de la época de los boletines y de la prensa
oficial y oficiosa, ya no hay eso […] no es algo que nos haga falta como
gobierno, tenemos la ‘mañanera’ […] Nada más esperamos que se llegue al acuerdo de
liquidación con los trabajadores”. Así, con un cinismo inaudito, AMLO no
solo revienta la huelga de los trabajadores del Sindicato Único de Trabajadores
de Notimex (Sutnotimex), sino que anuncia formalmente la desaparición de la
Agencia de Noticias del Estado Mexicano.
Hasta el momento, las
banderas rojinegras continúan colocadas en las instalaciones de la Agencia ya
que la desaparición de Notimex no es causal para que, legalmente, se dé por
concluida la huelga. Recordemos que el artículo 469 de la Ley Federal del
Trabajo establece los cuatro supuestos para dar por terminada una huelga: 1) Por acuerdo de las partes;
2) Si el patrón acepta las peticiones contenidas en el escrito de emplazamiento
de huelga; 3) Por resolución
del árbitro elegido por las partes; y 4)
Por sentencia de la autoridad laboral. De modo que, legalmente, el
Gobierno federal no puede desaparecer la Agencia mientras exista la huelga, ni
ésta puede darse por terminada mientras no se cumpla cualquiera de los supuestos
referidos.
Por
esta razón el Gobierno federal está buscando que exista un acuerdo entre las
partes y para ello ha nombrado una comisión negociadora conformada por los titulares
de Gobernación, de Trabajo y Previsión Social, y el vocero de la presidencia,
quienes han comenzado ya las reuniones de negociación con la Secretaria General
del Sutnotimex, Adriana Urrea Torres. Es evidente que los morenistas buscan un
acuerdo de las partes para deshacerse primero de los huelguistas y
posteriormente desaparecer Notimex. Mientras que el Sutnotimex rechaza la
extinción de Notimex y exige se cumplan las peticiones que dieron origen a la
huelga: respeto a su contrato colectivo de trabajo y reinstalación de decenas
de periodistas injustamente despedidos, entre otras legítimas demandas.
Después
de tres años de sostener una huelga de resistencia, sin ingresos salariales, expuestos
a una pandemia mortal, sometidos a los permanentes embates del Estado mexicano
a través de la directora de Notimex, Sanjuana Martínez Montemayor, quien despidió
a decenas de periodistas, desconoció la
huelga, pretendió intimidarlos con la Guardia Nacional y la Policía Federal,
instrumentó falsas denuncias penales en contra de Adriana Urrea, y muchas otras
acusaciones y ataques, los trabajadores del Sutnotimex sortearon
todos y cada uno de los intentos por doblegar su movimiento.
La huelga
fue reconocida legalmente, los laudos por reinstalación han sido todos favorables a los trabajadores y
las acusaciones penales contra Adriana Urrea fueron desechadas por falta de
sustento. En otras palabras, los trabajadores del Sutnotimex derrotaron limpia y
legalmente a la enviada del Gobierno, Sanjuana Martínez, quien, a pesar de la
huelga, siguió recibiendo el millonario presupuesto asignado a la Agencia. ¿A
dónde habrán ido a parar los más de 900 millones de pesos que Sanjuana Martínez
recibió para el funcionamiento de Notimex?
Ante
la derrota legal que el Sutnotimex le propinó al Gobierno federal,
AMLO no tuvo más remedio que dar un manotazo en la mesa, quitarse la máscara,
revelar la verdadera causa del conflicto y llevar a los trabajadores contra las
cuerdas. Sus declaraciones fueron una abierta confesión de que el problema en
Notimex no solo fue la ineptitud y arbitrariedad de Sanjuana Martínez, sino su
inquebrantable decisión de prescindir de la Agencia. Esto explica la falta de
diálogo y acuerdo que, durante más de tres años, imposibilitaron resolver el
conflicto laboral. AMLO les mintió a los trabajadores del Sutnotimex, simulando
su llamado al diálogo y solución de la huelga. Hoy se confirma que el verdadero
obstáculo no era Sanjuana Martínez, sino el presidente.
Ahora
bien, ante estas nuevas y adversas circunstancias, los trabajadores del
Sutnotimex y solo ellos habrán de adoptar las medidas que mejor convengan a sus
intereses. En mi modesta opinión la correlación de fuerzas para enfrentar al
Estado mexicano e impedir la extinción de Notimex, le es desfavorable al
Sutnotimex. En consecuencia, aunque así no lo quieran, los trabajadores serán
obligados a aceptar la liquidación económica que por ley les corresponda y su
principal moneda de cambio en la negociación habrá de girar en torno a las alternativas
que existan para conservar una fuente de trabajo digna, ajena a Notimex. El
Gobierno tienen la chequera lista, obviamente con los recursos del erario, para
pagar el monto de las liquidaciones que sea necesario para resolver, de una vez
por todas, este prolongado conflicto laboral. Corresponderá a los integrantes
del Sutnotimex, en un futuro próximo, decidir si adoptan y desarrollan nuevas
formas de organización para continuar en lucha por el respeto a los derechos
laborales de los trabajadores mexicanos.
Pero
hay más. La desaparición de Notimex no puede reducirse a bajar las cortinas en definitiva
de un changarro cualquiera. Nada de eso. Estamos hablando de un organismo
descentralizado de la Administración Pública Federal, dotado de personalidad
jurídica y patrimonio propio, una Agencia noticiosa con más de medio siglo en
funcionamiento que, en opinión de AMLO, “no es algo que nos haga falta como
gobierno”, porque precisamente para ello están sus conferencias mañaneras. ¡Una
vacilada! Además de que sus dislates matutinos de ninguna manera sustituyen los
procesos formales y objetivos de acceso a la información pública, cabe recordar
que nuestra Carta Magna establece que todo acto de autoridad debe estar fundado
y motivado legalmente; y de ninguna manera puede estar sujeto a los caprichos,
ocurrencias o intereses políticos del presidente en turno.
En
este sentido, basta con revisar el libro El
imperio de los otros datos. Tres años de falsedades y engaños desde Palacio,
publicado por el Dr. Luis Estrada Straffon, director del Centro de Análisis SPIN,
para confirmar que las mañaneras del presidente más allá de ser un ejercicio de
transparencia y rendición de cuentas, en realidad son actos de propaganda
política. Hasta hoy AMLO lleva más de 100
mil afirmaciones falsas, engañosas o no comprobables, con un promedio de 103
por conferencia. Como vemos, mentir es y será el sello distintivo del gobierno
morenista.
En
suma, la desaparición de Notimex no obedece a causas laborales, económicas o
jurídicas, sino a una decisión política de AMLO para deshacerse de los
insubordinados profesionales de la comunicación del Sutnotimex. Como en los
viejos tiempos del presidencialismo priista, AMLO lo que persigue es el control
absoluto del Estado para garantizar que Morena conserve el poder político del
país. La desaparición de Notimex no es un caso aislado sino que forma parte de
una clara estrategia de desinformación pública que se confirma, por ejemplo, al
observar cómo se le aplica el mismísimo tratamiento político y administrativo
al Instituto
Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos
Personales (INAI): primero obstaculiza su funcionamiento y ahora propone su
desaparición. En ambos casos, conculcando el derecho a la información veraz y
objetiva que el Estado mexicano, por ley, está obligado a ofrecer a todos los
mexicanos.
Es por todo ello que denunciamos
las mentiras y arbitrariedades del gobierno morenista y, al mismo tiempo,
enviamos nuestra fraterna solidaridad a los esforzados y combativos
trabajadores del Sutnotimex.
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