Ricardo Torres
Después de 17 meses de estallada
la huelga de periodistas y empleados administrativos que laboran para la
Agencia de Noticias del Estado Mexicano (Notimex), el pasado 9 de julio del año
en curso, la prensa nacional informó que Jesús Ramírez Cuellar, Coordinador
General de Comunicación Social de la Presidencia de la República, lanzó un
ultimátum al Sindicato de Notimex: regresan a trabajar bajo la dirección de Sanjuana
Martínez o se cierra la Agencia. ¿Qué está pasando en Notimex? A los
trabajadores de México nos conviene acercarnos un poco a conocer y aprender de
esta prolongada huelga. Veamos.
En
marzo de 2019, con la complaciente aprobación del Senado de la República de
mayoría morenista, AMLO designó a la periodista Sanjuana Martínez Montemayor como
nueva directora de Notimex. Con el apoyo del Estado, Sanjuana Martínez se ocupó
de investigar y perseguir a Conrado García Velasco, líder del Sindicato Único
de Trabajadores de Notimex (Sutnotimex) por sus probados abusos y malos manejos
al frente del sindicato y, al mismo tiempo, ordenó el despido de más de 240 periodistas
(80 por ciento de la plantilla total) incluidos decenas de corresponsales en el
extranjero.
En octubre de ese mismo año, en asamblea extraordinaria, el
Sutnotimex eligió a su nuevo Comité Ejecutivo encabezado por Beatriz Adriana
Urrea Torres, quien, en noviembre, promovió ante la Junta Federal de
Conciliación y Arbitraje (JFCA) un emplazamiento a huelga contra Notimex por
violaciones al Contrato Colectivo de Trabajo, donde figuran como principales
demandas de su pliego de peticiones: respeto a sus prestaciones contractuales, incremento
salarial de 3.4 por ciento y la reinstalación de sus compañeros periodistas
injustamente despedidos. Cumpliendo con los requerimientos de ley, el
estallamiento de la huelga se realizó el 21 de febrero de 2020. De esta manera,
los trabajadores del Sutnotimex ponían freno a los abusos e indiscriminados
despidos ordenados por la nueva directora de la Agencia. En respuesta, lejos de
buscar el diálogo y encontrar una solución equilibrada para resolver el
conflicto, la soberbia de Sanjuana Martínez la arrastró a un torpe
enfrentamiento contra los trabajadores de la comunicación al servicio del
Estado.
Fue
así que la directora de Notimex despidió injustificadamente a la Secretaria
General del Sutnotimex, Adriana Urrea y a otros líderes del sindicato y desconoció
la huelga de los trabajadores declarando que el Sutnotimex “no tiene agremiados
dentro de la Agencia de Noticias del Estado Mexicano, por lo que el intento de
paro de labores no tendrá efecto en la productividad, ya que la Agencia seguirá
trabajando al cien por ciento”, por lo que solicitó a la JFCA que calificara la
huelga como inexistente. Como lo establece el artículo 930 de la Ley Federal
del Trabajo, el 27 de febrero se realizó un recuento de trabajadores para probar,
a través del voto libre, secreto y directo, si la mayoría de ellos estaba o no
de acuerdo con la huelga. Sanjuana Martínez sufría un nuevo revés: 81 trabajadores
votaron a favor y 60 en contra. La JFCA declaró legalmente existente la huelga
del Sutnotimex.
Sin
embargo, Sanjuana Martínez se negó a acatar el acuerdo de la JFCA y presentó un
juicio de amparo contra dicha resolución; pretendió inútilmente formar un
sindicato patronal a su servicio; intentó romper la huelga; siguió contratando periodistas
esquiroles para sustituir a los huelguistas; ordenó ilegalmente continuar las
labores noticiosas en una sede alterna de Notimex, bajo la amenaza a sus
empleados de congelar sueldos y prestaciones; recompensó a sus directivos
incondicionales incrementándoles generosamente su salario; utilizando recursos
del erario ordenó campañas de ataques, acoso y desprestigio en redes sociales
contra Adriana Urrea, periodistas y extrabajadores de la Agencia, entre muchas
otras irregularidades y atropellos. Sin embargo, la JFCA ordenó a Notimex suspender
labores y respetar el derecho de huelga de los trabajadores. Finalmente, la
Junta de Gobierno de la Agencia tuvo que reunirse de manera extraordinaria para
acordar la suspensión de actividades en cumplimiento de la orden dictada por la
JFCA.
Así, después
de meses de embates permanentes de Notimex en contra de los empleados y
comunicadores en huelga; de sufrir la carencia de un salario que garantice el
sustento para sus familias; de infructuosas y desgastantes negociaciones con funcionarios
de la Agencia; de soportar los fríos, lluvias y granizadas en los campamentos
de huelga y de enfrentar, además, los ataques mortales del covid-19, los trabajadores
del Sutnotimex decidieron, por un lado, promover ante la JFCA una demanda de
imputabilidad para que finalmente ésta condene a la Agencia a cumplir sus peticiones y a
pagar los salarios caídos. Por otro lado, el 3 de mayo de 2021, se
plantaron frente a Palacio Nacional para exigir a AMLO su intervención directa
en la solución del conflicto.
Después
de un mes de reclamos frente a la sede del Ejecutivo, el 4 de junio los
trabajadores levantaron su plantón tras obtener el compromiso de AMLO de
retomar las negociaciones que permitirían llegar a un acuerdo definitivo para
resolver el conflicto laboral, mismas que estarían presididas por las
secretarias de Gobernación, Olga Sánchez Cordero; del Trabajo y Previsión
Social, Luisa María Alcalde Luján; y del Vocero del Gobierno de la República, Jesús
Ramírez Cuevas, pero, como ya se ha dicho, en la última reunión de negociación,
Ramírez Cuevas lanzó al Sutnotimex su colérico ultimátum: desístanse de la
huelga y regresen a trabajar bajo la dirección de Sanjuana Martínez o se cierra
la Agencia. En respuesta, la asamblea del Sutnotimex resolvió rechazar las
amenazas del vocero del Gobierno de la República, continuar con la huelga y
mantenerse en pie de lucha en defensa de sus legítimos derechos laborales.
Es un
hecho que combatir la corrupción imperante en los organismos públicos es una
tarea en la que todos los mexicanos estamos de acuerdo, para ello se requieren procedimientos,
mecanismos y una vigilancia sistemática que permitan aplicar las sanciones
oportunas para extirpar el cáncer de la corrupción y sanar así a los organismos
del Estado, es decir, se requiere una experta operación quirúrgica que sirva
para aliviar la administración pública. Pero pretender desterrar la corrupción
a machetazos como lo hace Sanjuana Martínez en Notimex con una pericia
cavernaria resulta no solo contraproducente, sino suicida. Se trata de una
ineptitud que no es exclusiva de la directora de la Agencia, sino el sello
distintivo del Gobierno federal que hemos comprobado con el paso del tiempo cuando,
en aras de combatir la corrupción y sin consideración alguna, se eliminaron las
estancias infantiles, los refugios para mujeres víctimas de violencia, las
becas de Conacyt para estudiantes en el extranjero, los fideicomisos de apoyo a
la ciencia, la cultura, el arte, el deporte, los desastres naturales, y, en el
colmo de la irracionalidad, con criminal negligencia se dejaron de comprar medicinas
para niños con cáncer. Que nadie se engañe, Sanjuana Martínez no es cuestionada
por pretender combatir la corrupción en Notimex sino por sus arbitrariedades e
incapacidad para dirigir la Agencia.
Si
bien la causante directa del desastre que hoy vive Notimex es Sanjuana
Martínez, lo cierto es que, en el fondo, el verdadero responsable es AMLO,
quien con su falsa política de combate contra la corrupción, su desmesurada
austeridad republicana y la irracional “lealtad ciega” que exige a sus
funcionarios, está provocando destrozos no solo en Notimex sino en todo el
aparato del Estado. Lo que AMLO pretende es poner bajo su control absoluto organismos
públicos como Notimex, y someterlo como a otras instituciones, por ejemplo la
CNDH, CRE, INAI, TEPJF, INE y la SCJN. Todas las instituciones deben obedecer
al mando único y superior del presidente. Una equivocada política de retorno al
viejo presidencialismo priista autoritario y centralizado que lo amamantó, con
el que creció y al que ahora pretende resucitar.
Muy evidente que el presidente de la república es un títere de los intereses económicos de las altas esferas en detrimento directo de la clase trabajadores. Mi apoyo total a los trabajadores de Notimex.
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