lunes, 8 de noviembre de 2021

Acerca de la huelga en Interjet


Ricardo Torres

          El pasado 8 de enero de 2021, más de 5 mil trabajadores de Interjet colocaron las banderas rojinegras en todas las instalaciones de ABC Aerolíneas, S.A. de C.V., del país, especialmente en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) y el Aeropuerto Internacional de Toluca. La huelga estalló por violaciones de la empresa al Contrato Colectivo de Trabajo (CCT), principalmente por el incumplimiento en el pago de cuatro meses de salario, vales de despensa, fondo de ahorro, IMSS, INFONAVIT, FONACOT y el aguinaldo de 2020. Con el interés de preservar su fuente de trabajo, desde agosto del año pasado los trabajadores de Interjet laboraron sin recibir sus sueldos ni prestaciones bajo la promesa de la empresa de cumplirles con posterioridad. Sin embargo, pasaron las semanas y la insolvencia económica de la aerolínea obligó a suspender sus vuelos desde diciembre de 2020. En octubre de este año la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje condenó a Interjet a pagar a los trabajadores el adeudo de mil 264 millones de pesos; a pesar de ello, el laberinto económico-administrativo en que se encuentra hundida la empresa presagia un prolongado viacrucis para los trabajadores.
          Interjet es una aerolínea mexicana fundada, en 2005, por el empresario Miguel Alemán Magnani (nieto del expresidente de México, Miguel Alemán Valdés e hijo de Miguel Alemán Velasco, exgobernador de Veracruz), quien ocupó diversos cargos directivos en Televisa, es accionista en distintas empresas y heredero de las relaciones económicas y políticas de su familia, destacando, por ejemplo, sus nexos con las familias Azcárraga y Slim. Intejet operó inicialmente con un modelo de aerolínea de bajo costo y servicios limitados, ofreciendo tarifas más económicas a cambio de eliminar muchos de los servicios de lujo que brindan las aerolíneas tradicionales; sin embargo, al paso del tiempo amplió sus rutas de vuelo y fue incluyendo algunos servicios que la fueron caracterizando como una aerolínea de servicio “híbrido”, entre lo austero y lo tradicional. De modo que inició ofreciendo solo algunos vuelos nacionales del aeropuerto de Toluca a la Ciudad de México, Cancún, Guadalajara y Monterrey, pero posteriormente amplió sus rutas nacionales y se extendió hasta Canadá, Estados Unidos, Centroamérica y Sudamérica.    
           A pesar del importante avance y desarrollo de la aerolínea, su mala administración en los últimos años provocó su desplome en caída libre: no solo ha incumplido con el pago a los trabajadores, sino que arrastra una deuda acumulada que supera los 25 mil millones de pesos por la adquisición de aeronaves y deudas administrativas a instancias como el Servicio de Administración Tributaria (SAT); Servicios a la Navegación en el Espacio Aéreo Mexicano del AICM; Aeropuertos y Servicios Auxiliares (ASA); Impulsora de Productos Sustentables, encargada del suministro de combustible; Aeropuertos de Estados Unidos; la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de los Estados Unidos, entre otras. Las decisiones  incorrectas y la acumulación de compromisos fiscales fueron acrecentando su deuda, por tanto, la drástica caída de la demanda de transporte aéreo de pasajeros provocada por la pandemia del coronavirus, en 2020, solo agudizó su crisis económica y finalmente la empresa colapsó.
 
          Como un intento por reorientar la situación económico-administrativa de Interjet, en acuerdo con Miguel Alemán Magnani, el 2 de diciembre de 2020 el empresario Alejandro del Valle de la Vega, después de adquirir el 90 por ciento  de las acciones de la empresa, fue nombrado como nuevo presidente del Consejo de Administración de Interjet y se dispuso a conseguir fondos de inversión interesados en la empresa pero el intento fracasó y los compromisos laborales, fiscales y con proveedores de la aerolínea no fueron resueltos. A finales de diciembre, tras el cúmulo de quejas y reclamos de miles de consumidores que exigieron la devolución de su dinero por el retraso y cancelación de vuelos, todos los servicios y operaciones de Interjet fueron suspendidos indefinidamente.
 
El Sindicato Nacional de Trabajadores y Empleados de Comunicaciones y Transportes Aéreo, Marítimo y Terrestre de México, afiliado a la Sección 15 de la Confederación de Trabajadores de México (CTM), meses atrás había emplazado a huelga a Interjet por violaciones al CCT ante la JFCA; en consecuencia, debido al incumplimiento reiterado de la empresa, los más de 5 mil trabajadores de Interjet (pilotos, azafatas, técnicos administrativos, auxiliares de tierra, personal de tráfico aéreo, despachadores de vuelo, empleados de mostradores, de puertas de salida, de servicios especiales, etc.) decidieron estallar la huelga el 8 de enero de 2021 para exigir el pago de salarios, prestaciones e indemnizaciones que por derecho les corresponden. Por su parte, la aerolínea promovió un recurso legal ante la JFCA para que calificara la huelga como inexistente en virtud de no tener el respaldo mayoritario de los trabajadores y, por otro lado, promovió una demanda de concurso mercantil.
 
En febrero más del 90 por ciento de los trabajadores ratificaron la huelga y la JFCA la declaró existente. Posteriormente los trabajadores promovieron ante la JFCA una solicitud de embargo precautorio sobre los bienes de la aerolínea como garantía de pago y una demanda de imputabilidad para que fuera la propia Junta quien condenara o no a Interjet al pago de los salarios, prestaciones y demás adeudos pendientes. Finalmente en octubre la JFCA resolvió condenar a Interjet a pagar a los trabajadores mil 246 millones de pesos.
Actualmente Interjet ha iniciado su proceso de concurso mercantil para evitar que sus problemas financieros y el incumplimiento generalizado de sus obligaciones de pago ponga en riesgo la viabilidad y existencia misma de la aerolínea, es decir, un proceso en donde el poder judicial interviene directamente para vigilar y regular los mecanismos de conciliación que permitan a la empresa reorganizarse y reestructurar los convenios de pago con sus acreedores con el objetivo de salir de la crisis y seguir operando; o bien, en última instancia, de no lograr dicha conciliación, la empresa se declarará en quiebra para entrar en una etapa de embargo y liquidación de sus activos para de esta forma poder pagar a sus acreedores.
 
En el artículo 123, apartado A, fracción XXIII de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos; en los artículos 113 y 979 de la Ley Federal del Trabajo; y el artículo 224, fracción I, de la Ley de Concurso Mercantil, se establece que los créditos o deudas en favor de los trabajadores por pago de salarios e indemnizaciones tendrán preferencia sobre cualquier otro en los casos de concurso o de quiebra. Esto significa que sea cual fuere el resultado del concurso mercantil (la reorganización de la empresa para seguir operando o la quiebra para rematar sus activos) el pago a los trabajadores será preferente sobre todos los demás acreedores. “Debo, no niego; pago, no tengo”. La exigencia de los trabajadores tiene plena justificación jurídica pero su cabal ejecución puede retrasarse muchos años.
 
Y hay más. Desde julio de este año un juez federal libró una orden de aprehensión en contra de Miguel Alemán Magnani por defraudación fiscal por un monto de 66 millones de pesos retenidos al pago del Impuesto Sobre la Renta (ISR) correspondiente al año fiscal de 2018: el empresario se encuentra fuera del país y, al parecer, por el momento vive en Europa. Y por otro lado, en septiembre, Alejandro del Valle de la Vega  fue detenido y enviado al Reclusorio Sur acusado por delito de fraude genérico en la obtención de un crédito de 600 millones de pesos para financiar la compra de una parte de las acciones de la empresa Radiópolis. Así las cosas con los principales propietarios de Interjet.    
 
Como vemos, a los trabajadores de la aerolínea les asiste la razón y el derecho, sin embargo, el conflicto es todavía más complejo de lo que parece y, por tanto, la pronta materialización de sus justas demandas exige de ellos una mayor unidad y combatividad; por consiguiente, mantenerse informados, cohesionados y movilizados en defensa de sus derechos será un factor determinante. De lo contrario, el alejamiento y la desarticulación los hará presa fácil de futuros abusos y triquiñuelas empresariales. Al tiempo.        
        

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