Federico Hernández
El
empleo formal es el único que puede garantizar mejores condiciones laborales y
un mejor nivel de vida para el trabajador y su familia, pues con éste se le
garantiza un salario estable, seguro social, aguinaldo, vacaciones y demás
prestaciones de ley. A diferencia de la informalidad laboral (en la que,
desgraciadamente, se encuentran millones de trabajadores) que carece de todos
estos beneficios. Es un hecho: la 4T no ha generado empleos formales en lo que
va de su gobierno. AMLO no tiene nada de qué presumir en relación a la
recuperación de empleos en México durante su gobierno, como veremos con datos y
cifras que aportan especialistas en la materia.
En la nota publicada en el
diario El Sol de México, de fecha 21 de septiembre de este año, según estudios
de Armando Leñero Llaca, director de Retribuye
y presidente del Centro de Estudios
de Empleo Formal (CEEF): “Durante los 33 meses del actual gobierno, no se
ha generado empleo formal. Sólo se reponen los que se perdieron. El 1 de
diciembre del 2018 había 20 millones 457 mil 926 puestos de trabajo. Hoy, son
20 millones 421 mil 823. Estamos abajo en 36 mil posiciones”. Más claro que el
agua: en creación de empleos formales AMLO no pasa la prueba. Su dicho de que
“primero los pobres” no deja de ser más que un slogan publicitario para los
millones de mexicanos que no cuentan con un empleo formal y, por ejemplo,
cuando se enferman no pueden acudir al IMSS para ser atendidos; o al terminar
su vida laboral no pueden obtener una pensión; como se dice comúnmente, se
tienen que rascar con sus uñas.
En relación al importante
número de empleos creados en agosto de este año, Leñero precisa: “La cifra de nuevos
empleos que tenemos de 128 mil 900 para el mes de agosto, ciertamente es una
cifra muy buena, porque había años que no se daban esas cantidades. Sí es una buena
cifra para crecimientos normales; pero en los últimos años del sexenio
anterior, se creció en alrededor de 800 mil nuevos empleos por año, que es lo
que requiere el país”. Es decir, que los anteriores gobiernos “neoliberales”,
como los nombra López Obrador, generaban mucho más empleos formales. Dice la
sabia expresión “por sus hechos los reconoceréis”, pues reconozcamos a la 4T
como un gobierno incompetente que no puede conducir la economía de México por
la vía del crecimiento.
Es conocido por todos que
AMLO justifica el estado que guarda la economía en nuestro país como
consecuencia provocada por la crisis del Covid-19, y, por tanto, justifica de
esta manera la pérdida de empleos y su lenta recuperación. Es cierto que no
podemos negar que la pandemia sacudió las economías del mundo, incluida la de
México, pero la pregunta clave que debemos hacernos es ¿qué hizo y qué está
haciendo el gobierno para aminorar dicho impacto económico? Por ejemplo China,
país socialista y con una economía pujante, desde su inicio afrontó la pandemia
del coronavirus de una manera eficaz y, sobre todo, humanista, lo que impidió
una propagación del covid-19 con sus consecuencias: muertes y afectación de su
economía. No podemos desligar la política en materia de salud pública de sus
repercusiones en la economía de un país. Un pueblo sano, con individuos
vigorosos y con un sistema de salud sólido que atienda de manera universal a
toda la población, independientemente de su estatus económico, es un factor
imprescindible en el impulsó y desarrollo de la economía.
Es por ello que debemos
quitarle el pretexto al gobierno de la 4T para que deje de justificarse en la
pandemia como la causa de que la economía esté moribunda y sin la vitalidad
para generar empleos formales.
La realidad es que el
actual gobierno nunca tuvo - y, lo peor, no tiene a la fecha -, un plan integral
que permita blindar a la economía contra la pandemia que inició en 2020 y que
no tenemos claro cuándo se va a contener. Sabemos que, sopretexto de la “austeridad
republicana” y de no caer en lo que hicieron “otros gobiernos neoliberales,” se
ha negado el apoyo a las pequeñas y medianas empresas, las famosas PYMES, que
son las que generan el mayor número de empleos en el país. El Gobierno federal
ha preferido gastar carretonadas y carretonadas de recursos públicos en
megaproyectos como el tren Maya, el aeropuerto de Santa Lucía, la refinería de
Dos Bocas, y en sus tan sonados programas sociales electoreros como “Sembrando
Vida” o “Jóvenes Construyendo el Futuro”, que resultaron ser un verdadero
fiasco.
Necesitamos un gobierno de
los trabajadores y para los trabajadores, que genere no solo los empleos
formales que demanda la población económicamente activa, sino que sean empleos
bien remunerados y que en los hechos se respeten los derechos laborales del
trabajador. Solo así se podrá lograr que el nivel de vida de la población más
humilde mejore sensiblemente. Pero debemos decirlo claramente: la 4T se muestra
incompetente para lograr impulsar la economía de nuestro país. Así las cosas.
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