sábado, 18 de diciembre de 2021

Dos Bocas: falacias contra los trabajadores

 

Ulises Bracho

El filósofo y estudioso de la lógica, Irving Copi decía que una falacia es un argumento incorrecto, pero psicológicamente persuasivo. Es decir, una falacia es un razonamiento falso con apariencia de verdadero, pero cuando lo analizamos con detenimiento notamos que la conclusión no es la correcta, debido a que las premisas son premeditadamente engañosas. Usualmente encontramos las falacias en nuestra vida diaria, así como en discursos políticos y en los medios de comunicación en general. En este sentido, un ejemplo de falacia lo encontramos en el título de una nota que publicó Forbes México en octubre de este año, que dice así: Pagan 300 pesos al día por ser banderero en la refinería de Dos Bocas.

Como bien tenemos presente la protesta obrera que en Tabasco fue reprimida por la fuerza pública en la obra blindada por el Gobierno federal, en la Refinería de Dos Bocas en el mes de octubre, dejó al descubierto uno de los principales reclamos de los trabajadores: el bajo salario. De ahí la necesidad de analizar la tendenciosa nota de Forbes, porque de lo que en realidad se trata es de un subterfugio para ocultar una verdad: el sueldo no alcanza ni para comer bien.

Es necesario conocer la realidad que enfrentan los trabajadores que laboran en la Refinería para confirmar si su salario está o no “bien remunerado”. Según la revista Proceso, la mayoría de estos obreros vienen de los estados vecinos: Chiapas, Campeche, Veracruz, Oaxaca y de otros estados petroleros como Tamaulipas; por lo que vivir en Paraíso, Tabasco, es muy costoso, además de que se hospedan hacinados en cuartos pequeños y en grupos de cinco a diez personas. Sin embargo, no todos consiguieron un lugar ahí, por lo que fueron obligados a albergarse en otros pueblos y municipios vecinos como Comalcalco, Chiltepec, Bellote y Cupilco. Un buen número de los obreros que viven en Paraíso, optan por caminar hasta su centro laboral para reducir sus egresos; mientras que muchos otros tienen que hacer el gasto diario de pasaje. Entonces, de los 2 mil 100 pesos que ganan semanalmente destinan al mes 3 mil pesos para la renta y otros 300 pesos para pasajes. Por tanto, aquí podemos observar que el salario no es suficiente para satisfacer las necesidades del trabajador y su familia.

Pero veamos otro problema que merma el sueldo de los trabajadores. En algunos Contratos Colectivos de Trabajo de los obreros de overol naranja está estipulado que tienen derecho a una alimentación al día y que ésta debe ser de calidad. Lamentablemente, en los hechos, no sucede así. Muchos trabajadores, con justa razón, han denunciado que la comida que reciben es raquítica y de mala calidad, que en ocasiones ha llegado caduca a sus bocas ocasionándoles enfermedades estomacales. Empero, no basta con tener una sola alimentación al día pues sus labores son extenuantes, por lo que se ven obligados a buscar alternativas para a completar su comida, por lo que acuden al mercado donde el alza de los precios de la canasta básica está por las nubes. No hace muchos días el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) informó sobre el incremento de la inflación en la primera quincena de noviembre, en plena recuperación tras la crisis económica agudizada por el coronavirus, donde el encarecimiento de los alimentos según el índice de precios se situó en un 7.05 por ciento anual, la mayor cifra desde 2001: un duro golpe al bolsillos de los trabajadores.

Así las cosas, podemos afirmar entonces que la revista Forbes México publicó la nota referida días después de la represión urdida por el gobierno contra los obreros en paro, con el propósito de decirnos que “los obreros no debieron manifestarse porque el salario más bajo es de 300 pesos cuando el sueldo para un minero de Cosalá, o de las manufactureras, de meseros, etc., a duras penas supera el salario mínimo”. En este sentido es importante cuestionar, ¿con cuánto dinero se han de quedar los obreros de Dos Bocas que ganan 2 mil 100 pesos, después de pagar la renta, pasajes diarios y la alimentación?, ¿cuánto le queda de sueldo al obrero para mandarle a su familia después de cubrir sus necesidades básicas?

Estas son algunas razones que invitan a reflexionar sobre la falacia con que se sustenta dicha nota. Se comenta, además, que los trabajadores que laboran ahí gozan de un Contrato Colectivo justo, pero lo cierto es que, en la realidad, no se cumple. Por ejemplo, el pasado 24 de noviembre de nueva cuenta los trabajadores de la Refinería realizaron una manifestación de protesta porque no se les otorgaría completo el pago de su aguinaldo, por su parte, la empresa Samsung Engineering dijo que desde el mes de julio les han entregado bonos por concepto de aguinaldo y, por tanto, que el pago de éste ya iba incluido en su sueldo semanal. Sin embargo, los trabajadores no fueron informados de tal irregularidad, ni mucho menos consultados.

Finalmente, compañero trabajador, el propio presidente de la República sostuvo en ese momento que los obreros que laboran en la Refinería de Dos Bocas reciben salarios justos; pero como sabemos esa afirmación también es una falacia, ya que el monto de dichos salarios no alcanza para una vida digna, sino tan solo para que los trabajadores malcoman y recuperen su fuerza de trabajo para seguir laborando al siguiente día. Son pues salarios de hambre.

Ante estas circunstancias, a pesar de la manipulación y las falacias del poder y sus medios, la clase obrera de nuestro país, como ahora lo hacen los trabajadores de Dos Bocas, debe seguir luchando en defensa de sus derechos laborales. No hay otra salida que organizarnos y seguir educándonos políticamente para enfrentar futuras batallas.

 

 

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