domingo, 13 de febrero de 2022

Candil de la calle, obscuridad de su casa

 

Javier Ramírez

Dicho tan popular en nuestros días. Este refrán se refiere a una persona que es amable, alegre, dispuesta a ayudar, ejemplar en todos los sentidos, todo un amor fuera de su hogar, sin embargo, dentro de casa es todo lo contrario de lo que pregona en público, es decir, una persona ambivalente.

Recordemos que el pasado 17 de noviembre de 2020 el Jefe del Ejecutivo, el Lic. Andrés Manuel López Obrador, dio fin a la subcontratación; mencionó no tener conocimiento que dentro de su gobierno existieran estas prácticas, y añadió, que de ser así contratarían directamente a los trabajadores. Sin embargo, una rápida hojeada de las dependencias de gobierno en relación con la subcontratación de empresas (outsourcing) desmiente, en los hechos, el categórico comentario del presidente: Decoaro y Supervisión S.A. de C.V. obtuvo 23 contratos para prestar servicios le limpieza en los Servicios de Administración Tributaria (SAT), en la Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH) y el Instituto Nacional de Migración (INM), entre otros.

La cuenta sigue, esta  empresa ofrece sus servicios también en ICA FLUOR, Rapax S.A. de C.V, MZT Corporativo Ejecutivo S.A. de C.V. y WeKeep on Moving. La cuenta no queda ahí, también la subcontratación está presente en otras áreas de la actividad económica, como ocurre en el Banco del Bienestar, que subcontrata a través de KOM Business S.A. de C.V. para que les brinde servicios técnicos y administrativos, en fin, la lista de outsourcing es larga.

Ahora bien, los trabajadores que venden su fuerza de trabajo a dichas empresas saben bien que en todo momento se violan sus derechos laborales, por ejemplo, no se les paga en tiempo y forma, se les otorga el seguro social hasta después de tres meses (si es que se los dan), laboran jornadas mayor a lo marcado por la Ley Federal del Trabajo (LFT), no les dan vacaciones ni aguinaldo y, peor aún, no generan antigüedad. A pesar de ello, los trabajadores siguen laborando en el inmueble prestando sus servicios ya que el hambre y la pobreza los obliga a aceptar dichos atropellos. 

Esto y más sucede, entre otras cosas, por las condiciones generadas y consentidas por las autoridades laborales y las características de los contratos a modo elaborados por las instituciones de gobierno, pues mientras sucede la licitación de prestación del servicio, anual o bianual, la empresa outsourcing en turno se frota las manos para hacer de las suyas violando las normas básicas de sus obligaciones, llegando al extremo de terminar su contrato quedándoles a deber dos o más quincenas.

Tomando en cuenta estos ejemplos podemos darnos cuenta que en estas dependencias del gobierno se violan a la vista  todos los derechos laborales de los trabajadores. ¿Y dónde quedó el dicho del presidente de contratar a todos los trabajadores de manera directa?

Suma y sigue. El 3 de febrero del presente año apareció un comunicado en el diario El Universal, refiriéndose a que la Oficina de la Presidencia de la República publicó la licitación para subcontratar a una empresa privada para la limpieza de las oficinas que utiliza el equipo del presidente López Obrador en Palacio Nacional, además de limpiar este lugar, los trabajadores tendrán que prestar sus servicios en otros seis inmuebles más, propiedad de la dependencia de gobierno, para este trabajo se requieren 35 trabajadores más.

La nota de El Universal dice así: “En el apartado 7.9, la Presidencia de la República señala que el personal que realice la prestación de limpieza, estará bajo responsabilidad de la empresa y en ningún momento se considerará a la Oficina de Presidencia como patrón sustituto […] Los posibles proveedores señalarán en su oferta que el personal que realice las tareas relacionadas con la prestación del servicio, estará bajo su responsabilidad única y directa, por lo tanto, en ningún momento se considerará a la Presidencia, como patrón sustituto o solidario, pues la misma, no tendrá relación alguna de carácter laboral con dicho personal […] Consecuentemente, los posibles proveedores se comprometen a liberar a la Presidencia de la República de cualquier responsabilidad laboral o civil, obligándose éstos a garantizar el pago de las prestaciones laborales y de seguridad social para sus empleados”.

Como vemos, el Presidente de la República, a través de sus funcionarios, evade su responsabilidad como patrón deslindándose de sus responsabilidades laborales, pues con esta acción se ve claramente que no le importa si la empresa outsourcing les garantizará a los trabajadores el pago puntual, las horas laborales marcadas por la LFT, su inscripción al Instituto Mexicano del Seguro Social, si le respetará su antigüedad, si a fin de año les darán su aguinaldo; en suma, un desinterés absoluto hacia el bienestar para estos hombres o mujeres que laborarán para tener impecable su Palacio de oro.

Por otro lado, el documento menciona que no tendrá relación alguna de carácter laboral con dicho personal, sin embargo, en el texto en cuestión, señala que si un trabajador incurre en una falta de disciplina o respeto, Presidencia podrá solicitar que se sustituya por otro elemento de manera inmediata, ¿entonces ahí sí será patrón? Vemos pues la hipocresía, la contradicción, el autoritarismo y la acción premeditada del gobierno de evadir sus responsabilidades laborales a través del intermediario que ganará la licitación, esto será lo que ocurrirá en la propia casa del Lic. Andrés Manuel López Obrador.

Así es mis estimados lectores, en el propio Palacio Nacional, donde se aloja el autodenominado “defensor del pueblo pobre y bueno”, se niega toda responsabilidad que el gobierno debe tener hacia los trabajadores de limpieza, mientras que en el escenario público y en sus discursos dice que se deben garantizar los derechos laborales, que esas empresas abusivas deben de desaparecer, esos coyotes, traficantes de influencias y más cosas. Candil de la calle, obscuridad de su casa.

Pero las mentiras y el doble discurso hipócrita del presidente no solo lo vemos y escuchamos en el ámbito laboral, sino que está presente en todos los espacios de la vida económica, política y social del país: está por ejemplo el caso de la pandemia, ahí tenemos más de 5 millones de contagiados y más 300 mil muertes (oficialmente reconocidas) a causa de la covid-19, cuando el presidente se jacta de atender bien la pandemia; en la economía tenemos los datos que el PIB de México cayó un 0.1% en el último trimestre del año, sin mencionar que tenemos dos periodos consecutivos en retroceso mientras el señor dice con optimismo que México crecerá no el 2% sino el 5%, ya veremos. ¿Y en la seguridad? Mejor ni hablamos.

Así de mal pinta en todos lados. Además, para el exterior del país se pretende hacer creer que López Obrador es el salvador de México, el mejor mandatario que nuestro país ha tenido, pero nosotros los habitantes que vivimos las contradicciones de este gobierno sabemos que es todo lo contrario a lo que declara en las mañaneras con un discurso manipulador afirmando que todo va bien y que él está de lado del pueblo pobre para garantizarle el bienestar. El presidente sin duda debió ser boxeador, pues te finta con la izquierda y te golpea con la derecha.

 

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