lunes, 28 de febrero de 2022

Sobre el triunfo del sindicato independiente en General Motors de Silao

 


Por: Ricardo Torres

          Resulta obligado iniciar recordando que en agosto del año pasado se realizó el proceso de legitimación del Contrato Colectivo de Trabajo (CCT) suscrito entre la empresa norteamericana General Motors (GM) de Silao, Guanajuato y el Sindicato de la Industria Automotriz Miguel Trujillo López, adherido a la CTM, en donde se obtuvo un resultado contundente: de los 5 mil 876 trabajadores que participaron a través del voto libre, secreto y directo, por mayoría, con 3 mil 214 votos, los obreros decidieron rechazar el CCT. De esta manera los trabajadores comenzaron a sacudirse al viejo charrismo de la CTM.

          Este resultado significó que los obreros, a pesar de que conservarían sus prestaciones y condiciones de trabajo, formalmente quedaron sin CCT y sin representación sindical; lo que en términos de ley permitió el inicio de un proceso en donde los trabajadores tendrían que elegir a su nueva representación sindical para luego estar en condiciones de emplazar a la empresa por la firma del CCT de GM en Silao.

          Finalmente, el 1 y 2 de febrero, bajo la vigilancia del Instituto Nacional Electoral (INE), la Secretaria de Trabajo y Previsión Social (STPS) y la propia Guardia Nacional, los trabajadores de la planta de GM en Silao eligieron a su nueva representación sindical para dar paso a las negociaciones por la firma de su nuevo CCT. El ganador de la contienda fue el Sindicato Independiente Nacional de Trabajadores y Trabajadoras de la Industria Automotriz (SINTTIA), quien obtuvo 4 mil 192 votos de un total de 5 mil 478 votos emitidos, lo que representa el 76 por ciento de los sufragios, confirmando así su rechazo definitivo a la representación sindical cetemista. La empresa GM y la CTM tuvieron que reconocer el triunfo del SINTTIA.

          Este indiscutible triunfo de los trabajadores de GM en Silao merece el reconocimiento de los trabajadores asalariados de todo el país. Han dado un paso muy importante porque con su decidida participación lograron sacudirse el viejo charrismo de la CTM, demostrando, en los hechos, que sí es posible la unidad y cohesión de los trabajadores. No obstante, existen algunos elementos que permiten advertir que detrás de este proceso existen poderosos intereses económicos y políticos, nacionales e internacionales, que están al asecho de controlar a la nueva representación sindical del SINTTIA.

          Llaman poderosamente la atención las declaraciones vertidas, el 3 de febrero, por el embajador de Estados Unidos en México, Ken Salazar, quien afirmo que la elección de la nueva representación sindical en GM en Silao es un claro ejemplo de los frutos del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) en las vidas de la gente de nuestra región […] una muestra de la nueva era de cooperación que impulsa el presidente Joe Biden con los gobiernos de México y Canadá…

Y, por otro lado, de la estadounidense Elizabeth H. Shuler, presidente de la Federación Americana del Trabajo y Congreso de Organizaciones Industriales (AFL-CIO), la central sindical norteamericana más importante de su país, quien dijo: Esta victoria, que fue posible gracias a las reformas que ayudamos a negociar en el Acuerdo Estados Unidos-México-Canadá, es una victoria significativa no solo para los trabajadores en México sino en todo el mundo […] Juntos, en un sindicato democrático, los trabajadores abogarán por salarios más altos y mejores estándares de salud y seguridad en las instalaciones de Silao, ayudando a establecer nuevos estándares en la industria automotriz […] Continuaremos observando la situación de cerca y esperamos trabajar junto con SINTTIA para mejorar las vidas y los medios de subsistencia de los trabajadores en México y Estados Unidos.”

           Estas declaraciones demuestran que el T-MEC es precisamente un mecanismo que el imperialismo norteamericano perfeccionó e impuso a nuestro país para facilitar la actividad comercial de la región en favor del capital norteamericano. Recordemos que para ratificar el T-MEC, el Gobierno de Estados Unidos exigió al Gobierno mexicano reformar la ley laboral, no porque el imperio estuviera muy preocupado por los derechos de los trabajadores mexicanos, sino porque, en el ámbito laboral especialmente en la lucrativa industria automotriz, argumentan que existe una competencia desleal que provoca un desplazamiento de miles de puestos de trabajo de Estados Unidos hacia México debido a que nuestra mano de obra es más barata, por tanto, lo que en el fondo se pretende no es proteger los intereses de los trabajadores, sino “establecer nuevos estándares en la industria automotriz” en favor de la competitividad, el mercado y el capital. General Motors, empresa de capital norteamericano, el propio Gobierno norteamericano y la principal central sindical norteamericana, actuando al unísono en favor de sus intereses. Seguramente el nuevo CCT que firmará el SINTTIA y GM presentará sustanciosos avances para cumplir con el T-MEC pero nada que lesione las reglas del mercado y la ganancia proyectada por el capital.          

          Además, detrás del triunfo de SINTTIA están presentes otros actores. Destacan el canadiense Jerry Dias y el expriista Napoleón Gómez Urrutia. Jerry Dias es Secretario General del Sindicato UNIFOR, que es titular del CCT de GM en Canadá, negociador activo del T-MEC y promotor de la reforma laboral en México para establecer los nuevos estándares en la industria automotriz que tanto preocupan a los países del norte. Después de la reforma laboral morenista en 2019 y la firma del T-MEC, Jerry Dias acudió en reiteradas ocasiones a nuestro país para promover y supervisar los recientes procesos de legitimación y elección sindical en GM en Silao. 

          Ahora bien, el canadiense Jerry Dias estrechó sus relaciones e intereses  con Napoleón Gómez Urrutia, Secretario General del Sindicato Nacional de Trabajadores Mineros, Metalúrgicos, Siderúrgicos y Similares de la República Mexicana (SNTMMSRM), durante el tiempo en que éste se autoexilió en Canadá, tras su vertiginosa salida del país como consecuencia de la tragedia ocurrida, en 2006, por la explosión de la mina Pasta de Conchos, en Coahuila. El deslinde de responsabilidades de los 65 mineros muertos puso fin a las complicidades del Grupo México de Germán Larrea Mota Velasco y el SNTMMSRM de Gómez Urrutia provocando un enfrentamiento que derivó en la acusación contra el dirigente minero por el delito financiero de un desfalco de 54 millones de dólares de un fideicomiso de los trabajadores del sindicato minero.

          Durante los 12 años que Gómez Urrutia se mantuvo en el exilio, afianzó su relación con Jerry Dias sobre la base de apetitosos intereses económicos, políticos y sindicales. Un dato resulta revelador: de acuerdo con la Dirección General de Desarrollo Minero, en México operan 238 empresas con capital extranjero, de las cuales 153 son de capital canadiense, es decir, el 64 por ciento. Ante este panorama los amigos se frotaban las manos. Tras el triunfo de Andrés Manuel López Obrador en 2018, Gómez Urrutia regresa de su exilio para formar la Confederación Internacional de Trabajadores (CIT), llega propuesto como candidato plurinominal al Senado de la República por Morena y hoy en día es, además, el flamante Presidente de la Comisión de Trabajo y Previsión Social dentro del senado.  

          Para cumplir con la tarea encomendada por AMLO, Gómez Urrutia se convierte en uno de los arietes del morenismo al seno de la clase obrera del país para desplazar y sustituir al viejo charrismo de la CTM por un nuevo charrismo morenista. Dentro de la industria automotriz, la oposición morenista para enfrentar al charrismo cetemista se aglutina en torno a la Federación de Sindicatos Independientes de las Industrias Automotriz, Autopartes, Aeroespacial y del Neumático (FESIIAAAN), fundada en noviembre de 2018, dentro de la cual el SNTMMSRM de Gómez Urrutia figura como uno de sus principales promotores y miembro fundador. Sin lugar a dudas la FESIIAAAN y el apoyo morenista encarnado en Gómez Urrutia contribuyeron de manera importante en el triunfo de SINTTIA en GM de Silao.

          Como podemos observar, para derrotar el maridaje que por años mantuvo la empresa GM en Silao con el viejo charrismo de la CTM, utilizando un rancio CCT de protección, se requirió no solo de la voluntad y determinación de los trabajadores, sino que participaron distintas fuerzas e intereses económicos que más temprano que tarde buscarán cobrarle la factura a los obreros que laboran en GM de Silao. Es por ello que corresponderá a los trabajadores y solo a los trabajadores desplegar su cohesión y capacidad organizativa no solo para evitar que el viejo charrismo de la CTM sea sustituido por un nuevo charrismo morenista, sino para enfrentar las políticas económicas y laborales que GM y los dueños del poder y el capital extranjero pretendan imponerles. La verdadera lucha que tendrá que librar el SINTTIA aún no ha comenzado.    

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