martes, 8 de marzo de 2022

Huelga en Notimex: dos años de menosprecio y ataques contra los trabajadores

 

Ricardo Torres

Con la designación presidencial de la periodista Sanjuana Martínez Montemayor como nueva directora de la Agencia de Noticias del Estado Mexicano (Notimex), en marzo de 2019, se endureció la política del Gobierno federal en contra de los trabajadores: fueron despedidos más de 240 periodistas (80 por ciento de la plantilla total) incluidos decenas de corresponsales en el extranjero; y el líder del Sindicato Único de Trabajadores de Notimex (Sutnotimex), Conrado García Velasco, tuvo que retirarse de su cargo debido a sus malos manejos al frente del sindicato.  

Fue por ello que en octubre de ese mismo año, en asamblea extraordinaria, el Sutnotimex renovó su dirigencia sindical eligiendo a su nuevo Comité Ejecutivo encabezado por Beatriz Adriana Urrea Torres, quien promovió ante la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje (JFCA) un emplazamiento a huelga contra Notimex por violaciones al Contrato Colectivo de Trabajo (CCT), donde figuran como sus principales demandas: respeto a sus prestaciones contractuales, incremento salarial de 3.4 por ciento y la reinstalación de sus compañeros periodistas injustamente despedidos. Sanjuana Martínez ignoró y menospreció los reclamos de los trabajadores y la huelga estalló el 21 de febrero de 2020.

En seguida, de manera injustificada, la directora de Notimex despidió a  Adriana Urrea y a otros líderes de la nueva directiva sindical y desconoció la huelga de los comunicadores. En febrero de 2020, tras un recuento de trabajadores se demostró que la mayoría de ellos estaba en favor de la huelga y la JFCA tuvo que declararla legalmente existente. Sin embargo, Sanjuana Martínez lejos de buscar el diálogo y encontrar una solución equilibrada al conflicto, con el apoyo del Estado, hizo todo lo posible por sacudirse y desaparecer al Sutnotimex para luego conformar un nuevo sindicato en la Agencia y ponerlo al servicio incondicional del gobierno morenista. Sin embargo, el plan de Andrés Manuel López Obrador y Sanjuana Martínez  de corporativizar el medio periodístico oficial en favor de la 4T fracasó rotundamente.

Ante la determinación de los trabajadores el Gobierno federal endureció todavía más su política laboral para doblegar a los rebeldes del Sutnotimex, esperando, con el paso del tiempo, la extinción de su justo movimiento de huelga: intimidándolos a través de las instituciones que controla el Estado, sometiéndolos al permanente desgaste que significa la carencia de ingresos económicos para sostener a sus familias, exponiéndolos a una pandemia mortal que ha provocado decenas de huelguistas contagiados y la muerte de varios de sus familiares, entre muchas otras penurias. Pero a pesar de los embates del Gobierno federal, los trabajadores de Notimex se mantienen en pie de lucha y su movimiento de huelga cobra mayor fuerza.

Estas son algunas de las medidas adoptadas por el Gobierno federal en su contra. Para generar un ambiente de miedo e incertidumbre, Sanjuana Martínez solicitó la intervención de la Guardia Nacional y la Policía Federal acusando a los trabajadores de secuestrar a personal de Notimex que se encontraba en la instalaciones de la Agencia, razón por la cual el Gobierno implementó un aparatoso operativo armado para intimidar a los huelguistas. La falsa acusación de Sanjuana Martínez fue confirmada por los uniformados que debieron retirarse.

  Jesús Ramírez Cuevas, Coordinador General de Comunicación Social de la Presidencia de la República, lanzó un ultimátum al Sindicato de Notimex: regresan todos a trabajar bajo la dirección de Sanjuana Martínez (excepto la dirigente Adriana Urrea) o se cierra la Agencia. No obstante, la asamblea del Sutnotimex se mantuvo firme y resolvió rechazar las amenazas del vocero de AMLO. Desde ese momento se asomaba ya el plan del Gobierno federal para dividir y descabezar el movimiento dirigiendo sus ataques en contra de la Secretaria General del Sutnotimex.

Comenzó entonces una prolongada y desgastante persecución judicial en contra de Adriana Urrea: Notimex la denunció penalmente por el delito de ejercicio ilícito del servicio público, argumentando que había sustraído ilegalmente información de Notimex; y al mismo tiempo promovió otras dos demandas de carácter administrativo por corrupción, argumentando un supuesto desvío de recursos que no suman más de 13 mil pesos por viajes realizados en el ejercicio de su desempeño como reportera de Notimex.

Durante meses la Fiscalía General de la República (FGR) mantuvo latente la amenaza de encarcelar a Adriana Urrea y, por otro lado, las investigaciones de la Secretaría de la Función Pública (SFP) amenazaban con sancionarla. No obstante, las acusaciones de Sanjuana Martínez no prosperaron porque, al ser falsas, tampoco pudieron ser demostradas. La FGR no encontró pruebas para vincular a proceso a Adriana Urrea y la SFP determinó que ésta no era administrativamente responsable de daño patrimonial al Estado.

Por su parte, la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) que dirige Rosario Piedra Ibarra, en abierto apoyo a los intereses del Gobierno federal, emitió una recomendación en donde planteaba la reposición de las elecciones del Sutnotimex, victimizando así al sindicato esquirol promovido por Sanjuana Martínez, con el objetivo de dejar sin efectos la huelga estallada hace más de dos años. La recomendación de la CNDH tampoco prosperó en virtud de ser una abierta intromisión en la vida sindical en Notimex y una transgresión evidente a la Ley Federal del Trabajo.  

A pesar de todo lo anterior, y de muchos otras acusaciones y ataques, los trabajadores de Sutnotimex mantienen una combativa lucha de resistencia, asumiendo un comportamiento apegado a nuestra Carta Magna y a la ley laboral; y prueba de ello son los fallidos intentos del Gobierno federal por criminalizar a la líder del Sutnotimex y doblegar al movimiento, así como los 43 laudos de reinstalación que en su favor han obtenido los trabajadores, incluida la propia Adriana Urrea.  

Que la indiferencia y el menosprecio hacia los profesionales de la comunicación es una política aplicada no solo por Sanjuana Martínez en Notimex sino la política que el gobierno morenista aplica en el resto del país, lo demuestran los más de 50 periodistas asesinados durante el presente sexenio, la mayoría de ellos vinculados a servidores públicos y de los cuales más del 90 por ciento quedan impunes. En este sentido, resulta ilustrativo el caso del reciente asesinato en Tijuana de la periodista Lourdes Maldonado quién, desde 2019, directamente al presidente de la república en una de sus conferencias mañaneras, le solicitó la protección del Estado porque, tras un conflicto laboral con el exgobernador de Baja California, advertía que su vida corría peligro. Finalmente Maldonado fue asesinada a tiros en su automóvil en 2022 y la justicia aún brilla por su ausencia.

Por otro lado, la investigación publicada por Latinus y Mexicanos contra la Corrupción y la Impunidad, en donde se revelaran las casas y la vida que lleva el hijo de AMLO en Houston, Texas, José Ramón López Beltrán y su esposa Carolyn Adams, en un conflicto de interés que se oculta en los contratos multimillonarios de PEMEX y la empresa Beker Huughes; hecho que hizo estallar en mil pedazos el falso discurso anticorrupción de AMLO y eje fundamental de sus políticas públicas; así como la torpe reacción de AMLO publicando los ingresos del periodista Carlos Loret de Mola, acción que a todas luces violó la ley.

Situación que ha provocado una creciente polarización entre el Gobierno y los medios de comunicación y los periodistas a quienes AMLO califica como “prensa vendida”, “hampa del periodismo”, “prensa fifi”, “pasquín inmundo”, “periodistas al servicio de la mafia del poder”, “corruptos”, “tendenciosos”, “mercenarios”, “conservadores”, “chayoteros”, “maiceados”, “sin ideales ni principios”, acusándolos de “morder la mano a quien les quitó el bozal”, entre muchos otros agravios. Expresiones que solo contribuyen a exaltar el rechazo y la violencia en contra de los periodistas insubordinados al régimen de la 4T.

En este contexto de confrontación del Gobierno con buena parte de los medios y periodistas, podemos entender entonces que los abusos y arbitrariedades cometidas por Sanjuana Martínez en Notimex, sencillamente obedecen a las órdenes dictadas por el presidente de la república, obedecen a la obsesión de AMLO de tener el control absoluto del Estado, incluidos los medios y profesionales de la comunicación, cuanto más si hablamos de la Agencia de Noticias del Estado Mexicano. La solución al conflicto en Notimex no está pues en manos de Sanjuana Martinez, sino en Palacio Nacional.  

De nueva cuenta el falso discurso de AMLO en favor de la libertad, la democracia sindical y la defensa a los derechos de los trabajadores, que en teoría dan sustento a la reforma laboral de 2019, se estrella con la realidad; la legítima lucha de los trabajadores del Sutnotimex desnudan la verdadera política laboral del gobierno morenista, injusta, represiva y manipuladora, una política neoliberal que precariza las condiciones laborales de los trabajadores.

Después de dos años de huelga, de batallar todos los días sin descanso, los trabajadores del Sutnotimex han aprendido lo que todos los trabajadores de México debemos aprender: que nuestras posibilidades de triunfo frente a los patrones dependen fundamentalmente de nuestra unidad, organización, combatividad, movilización y capacidad de lucha. Es por ello que reiteramos nuestro llamado para que los trabajadores de México nos mantengamos atentos y solidarios con la huelga que libran los trabajadores de Notimex hasta que su movimiento y sus justos reclamos sean resueltos cabalmente. ¡Ni un paso atrás!        

 

 

   

 

 

 

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